Dulce Venganza: Cap 54

¿Pueden creer que ya es noviembre? Es un embole como se pasó el año tan rápido, en nada ya será año nuevo. Me agarró la nostalgia :'( Jajaja bueno a lo que venía, si quieren que les avise por twitter cuando suba sólo me lo dicen y ya, así de fácil. Si quieren, sólo si quieren, pueden recomendar :D Y no se olviden de firmar! besos :)

Era una buena idea, por más que Peter lo hubiera tratado de loco, debería haberle agradecido, le estaba evitando que vaya a la cárcel, y él sólo se limitó a mirarlo horrorizado.

¿Desde cuándo salvar a alguien de ir a prisión, cuando se lo merece, recibe aquella recompensa? Luego el siguiente problema era Lali, no podía obligarla a casarse con Lanzani, pero sí hacerle ver las buenas consecuencias que tendría aquello, como, por ejemplo, que cuando se volviera a casar supiera elegir un hombre de buenos sentimientos y no dejarse engañar por las primeras impresiones, ni por la segunda ni la tercera, como sucedió con Peter.

-Hola Eugenia, habla Nicolás Espósito- dijo cuando Euge contestó la llamada

-¿Nicolás Espó...? ¡Ah! Hola Nicolás- saludó Euge sin prestarle mucha atención

-¿Podrías ayudarme a comunicarme con Mariana?-

-No creo que Lali quiere hablar con usted, no es porque tengo algo en su contra sino que... ya sabe-

-Vida nueva- recordó Nicolás frustrado mientras jugaba con un lápiz sentado en un sillón frente a su escritorio, pasar mucho tiempo ahí a veces lo ponía de mal humor- ¿Podrías hacer que hable conmigo sin que se dé cuenta?

-Podría decirle que Rochi quiere hablar con ella- dijo Euge pensativa- Pero si luego le cuelga, no será mi culpa-

-¿Está ella por ahí?-

-Sí, ahora la hago venir-

Unos minutos después se escucharon voces que se acercaban cada vez más al auricular.

-¿Qué pasó ahora con Gastón, Rochi? Te he dicho que no es un buen prospecto- era la voz de Lali

Nicolás después de muchísima semanas interminables por fin sentía alivio de escuchar la voz de su sobrina, era la luz de sus ojos.

-Mariana por favor no cuelgues, necesito hablar sobre un tema muy importante contigo- pidió Nicolás atropelladamente.

Había costado ganarse el cariño de Lali, pero luego de un año de convivir eso había sido posible, al principio le costó cambiar las actitudes que tenía cuando estuvo al mando de Salvador, pero él había logrado ponerle límites a la vida de su sobrina, límites que estaba comenzando a perder, y el primer síntoma era querer huirle a él, su único familiar cercano.

Hubo una larga pausa, Nicolás empezó a sospechar que había dejado el auricular a un lado y se había ido, pero escuchó cómo se aclaraba la garganta.

-Que sea rápido- ordenó Lali sin atisbo de emoción

-Yo no quería que esto fuera por teléfono pero no me permites tener otras opciones, hay un tema delicado que tengo que hablar contigo-

-Pues adelante, el tiempo es oro-

-Saqué a Peter de la cárcel-

-¿Por qué?- preguntó Lali con frialdad minutos después

-Creí que podría hacerme cargo de su castigo por lo que hizo yo mismo-

-¿Ahora te crees el rey de la justicia?-

-Le puse un castigo que nos beneficiará a ambos, bueno, en realidad a ti-

-Lo único que me beneficia es saber que está pagando una condena que se merece, si tú lo sacaste yo me encargaré de enviarlo de nuevo por donde vino-

-No seas tan cruel, Mariana. No tienes ni la mínima idea de lo horribles que son las prisiones-

-Las prisiones son hechas en especial para personas como Peter que no cumplen las leyes, que se creen tan superiores como para pasar por encima a todo y todos-

-Te tengo que pedir algo- anunció Nicolás sin poder ocultar lo nervioso que estaba

-¿Qué quieres?- preguntó Lali cortante

-Es difícil, antes de todo quiero que me escuches antes de sacar conclusiones precipitadas-

-El tiempo es oro- le volvió a recordar

-Quisiera que concertaras matrimonio con Lanzani, sólo por siete meses, unas semanas antes que cumplas los veintiuno y puedes hacerte con la herencia-

Hubo una risa carente de alegría de Lali en la otra línea.

-¿Y qué te hace creer a ti que yo haré tal cosa? No jodas Nicolás, jamás lo haría-

-Míralo de este modo, podrías hacerle la vida miserable a Peter por siete meses y ese sería el precio que tendría que pagar por todo lo que hizo, es como que su castigo este en tus manos-

-¿Y que ganaría yo con todo esto? Lo último que quiero es vengarme por lo que hizo, sólo quiero que pague lo que hizo como cualquier persona, en la cárcel-

-Podría ser para ti como un aprendizaje de lo que es verdaderamente un matrimonio y sólo serán por siete meses, en ese tiempo lograrás aprender cómo es la vida de una esposa de manera superficial y cuando te cases con el hombre que ames ya serás un poco más experimentada-

-¿Chupaste querosene?- preguntó Lali burlándose

-Respétame, Mariana- ordenó Nicolás con cierto enojo

-Sé que todo lo que me has dicho son puras mentiras, dime la verdad. ¿Por qué quieres que yo y Peter nos casemos por un tiempo?-

-Sólo quiero que Peter no pase por la cárcel, sé que se lo merece, pero quisiera evitárselo imponiéndole otro castigo menos severo, como que te diviertas sacándolo de quicio por siete meses, puedes desquitarte con él, si así lo prefieres-

-Lo que prefiero es que pienses un poco mejor, ¿sabes realmente lo importante que es un matrimonio? Yo si me caso lo haré con alguien que sí ame, y no por unos cuantos mese sino para toda la vida. Además no puedes ser tan blando, déjalo que asuma las consecuencias de sus actos-

-Por favor Lali, serán siete meses- suplicó Nicolás

-Muy bien, ¿qué es lo que está pasando, Nicolás? Dime la verdad de por qué estás tan desesperado porque me una en matrimonio con Lanzani-

-No puedo...-

-¡Dímelo!-

-Prométeme que de esto ninguna palabra a Peter- cedió Nicolás

-Te lo prometo, ¿qué es lo que está pasando?- preguntó Lali preocupada