Dulce Venganza: Cap 50

Seguimos, seguimos, seguimos!! Firmen y subo más :)

Mordisqueó un pezón de Lali y con la mano pellizco el otro, los gemidos ahogados que soltaba ella era como música en sus oídos.

Esto recién estaba empezando, pensó Peter sonriendo mientras besaba el hueco de su garganta y ella se volvía a estremecer.

La abstinencia era una condenada estupidez si se tendría que perder todo lo que le provocaba Mariana. Puso detrás de la oreja de Lali un mechón suelto antes de rozar un pezón con sus labios y acariciarlo lentamente con su lengua, Lali enterró sus dedos en su cabello, algo que podría ser inconscientemente, pero le excitó aún más.

Luego se dirigió al otro pezón con deliberada libertad.


Los pensamientos de Lali estaban muy revueltos, sólo era consciente de cómo Peter la estaba haciendo sentir con su lengua musculosa y sus manos, era como tocar el cielo con las manos.

Valía la pena haber esperado tanto sólo para que sea el primero, las manos de Peter se dirigieron a su jeans y, con su ayuda, la desnudo completamente.

-Eres muy hermosa- susurró Peter, con tal admiración que ni siquiera ella podía haber pasado por alto aquello.

-Tú tampoco te quedas atrás- aseguró Lali tragando saliva ruidosamente

Peter le dirigió una sonrisa mientras enroscaba una mano en su muslo y con la otra acariciaba su abdomen, poco a poco fue descendiendo la mano y para cuando Lali se dio cuenta de lo que pretendía ya era demasiado tarde, Peter estaba acariciando su sexo y jugaba con sus rizos.

Nunca hubiera creído poder disfrutar tanto aquel momento, y sabía que Peter se estaba esforzando en hacer que así fuera, quería retribuirle todo ese placer.

-Peter...- dijo Lali dudando y él al instante fijó sus ojos en ella- Quiero...ya sabes, yo quiero que tú también...-

Él se rió alegremente mientras pasaba una mano por el cabello de ella

-¿Piensas que no estoy disfrutando? Claro que lo hago, y si quieres asegurarte de ello a la próxima tú estarás al mando de todo- prometió Peter besando la comisura de sus labios

-¿Habrá una próxima...?- Lali no pudo terminar porque Peter le tapó la boca con la suya, y segundos después entendió por qué, había introducido dos dedos en su interior y si no fuera porque su boca estaba ocupada hubiera gritado.

Lali bajó el bóxer de Peter, sin que él reparara en aquello, y cuando vio su miembro viril se sorprendió, era imposible que aquella cosa inmensa entrara en ella, sólo pensar en eso la inquietó, ya no sabía si todo lo que estaban haciendo estuviera bien.

-Tranquila, yo te cuidaré- y dicho eso introdujo un tercer dedo

Lali rozó sus labios con los de él por unos segundos antes de comenzar un beso lleno de desesperación, mediante ese beso quería decirle que lo lamentaba mucho, pero ni aún así ella podría perdonarlo, y de paso aprovechaba para que no viera la lágrima que surcaba su mejilla.

Peter detuvo el beso a la vez que sacaba sus dedos del interior de Lali y con su miembro viril rozaba el sexo de ella.

Parecía que el tiempo se hubiera detenido, y de improviso él la penetró, sintió un dolor agudo, pero eso no le importaba comparado con el hecho de que Peter estaba en su interior.

Empezó a embestirla lentamente para luego acelerar, dando paso a los orgasmos.

Entonces el resto del mundo dejó de existir, sólo estaba Peter y lo que provocaba en su cuerpo, sabía que ya nada volvería a ser lo mismo, aquel acto era tan intimo que cambiaría por completo su relación con él.

Bastaron un par de embestidas más para llegar juntos al clímax, y para Lali todo se volvió una explosión de felicidad.

Peter se tumbó a su lado totalmente exhausto

-¿Sabes algo?- preguntó, y luego de ver como Lali negaba con la cabeza, prosiguió- Nunca me arrepentiré de esto-

-¿Ni siquiera por Nina?-

-Nina ya está muerta, Lali-

-Desde hace mucho, ¿pero ya murió para ti?-

-Puedo asegurar que hoy por primera vez, y después de mucho tiempo, me hiciste sentir verdaderamente vivo-

Lali sólo se limitó a sonreír, había descrito exactamente cómo se sentía ella.

Minutos después se quedó dormido, y Lali, apenas se percató de ello, se levantó de la cama y buscó el pantalón de Peter, en su bolsillo encontró lo que estaba buscando, su celular.

Marcó el número de Eugenia con urgencia.

-Hola, ¿Euge?- preguntó apenas contestó la llamada

-¡Lali! ¿Dónde mierda te has metido? En una hora sale nuestro vuelo, estamos retrasadas, volví ayer en la noche y no te encontrabas-

-Estoy en el apartamento de Lanzani- susurró Lali sin dejar de mirar a Peter

-¡¿QUÉ HACES AHÍ?!-

-Después hablamos de eso, no tengo tiempo, te voy a dar la dirección, y por favor, por lo que más quieras, apresúrate-