Dulce Venganza: Cap 32

Holaaaaaaa! Como les prometí les dejo otro capítulo, si les gusta pueden recomendar, si quieren que les avise cada vez que suba me dicen y no se olviden de firmar, Besos ♥

Lali arqueó una ceja, "¿había escuchado lo que creyó escuchar?"

-¿Y qué clase de fuego, exactamente?-

-Esos de los que arrasan con todo a su paso sin dejar nada a salvo, lo consumen todo- susurró Peter clavando sus ojos en los gruesos labios de Lali, cada vez que los veía sentía que lo estaban invitando a probarlos, a saborearlos, era una maldita tentación.

-¿Nosotros podríamos provocar ese fuego?- dudó Lali

Peter sintió como el aliento de Mariana golpeaba contra su rostro entrando a sus fosas nasales, embriagándolo.

-Estoy muy seguro de eso-

-¿Y por qué entonces no lo provocamos?- preguntó ella con cierta timidez, tal vez creyendo que al pronunciar aquello arruinaría el momento

-No sé, dímelo tú-

-Puede que por que...porque...-

-¿Porque qué?- le animó Peter a seguir

-Quien sabe, por ahí no lo hemos intentado-

-Eso es imposible, chiquita, nunca tendría algo formal contigo mas allá de una amistad- negó Peter con la cabeza frunciendo los labios mientras se apartaba de ella

-No tiene por qué ser algo serio- propuso Lali casi con desesperación, no sabía muy bien qué estaba haciendo pero sí tenía la certeza de que podría funcionar

-¿Qué me estás intentando decir?- Peter la miraba con los ojos entrecerrados, sospechando de sus intenciones

-Creo que lo entiendes perfectamente, poder jugar un poco con ese fuego que dices pero sin compromiso alguno, por diversión-

Lali antes de poder reaccionar se encontraba envuelta por los fuertes brazos de Peter y con su boca sobre la de ella, besándola con desesperación.

Parecía que él había aceptado su propuesta y lo mejor sería corresponderle, después de todo besar a Peter era una de las cosas más maravillosas que podía haber en este mundo, el tipo era un experto moviendo sus labios al compás de ella e introduciendo sensualmente su lengua dentro de su boca.

Las manos de Peter, por más que quisiera, no podían estar quietas, acariciaba la espalda de Lali una y otra vez y con la otra mano abrazada a su cintura la apretaba contra él de tal forma que ella pudo ser consciente del repentino bulto que se asomaba entre las piernas de Peter.

-Definitivamente somos un fuego- jadeó Lali cuando se apartó de él para poder respirar, sus oídos estaban ensordecidos por el sonido de los rápidos y fuertes latidos de su corazón.

Juan Pedro le agarró la mano y la condujo al asiento del co-piloto, se cercioró de que abrochara el cinturón de seguridad y luego de cerrarle la puerta se dirigió a su asiento.

Llegaron a su destino en menos de diez minutos, Peter se había estacionado frente a una casa de dos plantas color caoba, no contrastaba mucho con el lugar dónde se encontraba, lleno de vegetación.

 -Por favor, sé precavida cuando establezcas conversación con Riera- pidió Peter desabrochándose el cinturón y acercándose a Lali- El que te haya traído aquí no va a ser de su agrado, sobre todo considerando que quieres ver a su hija y que eres amiga de Eugenia-

Ella asintió y ambos se dirigieron a la puerta de entrada de la casa de Nicolás Riera. Peter golpeó con los nudillos la puerta.

Pocos minutos después se abrió la puerta descubriendo a un hombre rubio vestido únicamente con unos pantalones cortos.

-¿Qué suce...?- preguntó bostezando pero apenas se percató de la presencia de Lali se detuvo, y la miró sorprendido para luego posar su vista en Peter fulminándolo con la mirada

-Esto tiene una explicación- aseguró Peter algo nervioso- Si vino acá fue porque quiere saber dónde ubicar a Mery-

-¿Por qué engañaron a Eugenia?- preguntó Lali en un susurro- ¡ELLA TE AMABA, IDIOTA! ¿Por qué la tuviste que engañar? ¡LA DESTROZASTE!- 

Ella empujó a Nico haciendo que él casi se cayera al piso.

-La pobre no ha vuelto a ser la misma desde que le pusiste los cuernos, aún no se recupera, al grado de aborrecer el compromiso, no tolera tener algo serio con nadie porque cree que le harán lo mismo que tú le hiciste- acusó Lali totalmente enojada a un Nico que no salía aún de su asombro por la reacción de ella al verlo- Eres tan poco hombre que ni siquiera los tuviste bien puestos como para ir tú mismo a decirle a Euge que ibas a tener un hijo con su amiga sino que esperaste que Mery se lo contara, nunca apareciste para darle una explicación. ¡ELLA SE LO MERECÍA!-


-Lali por favor, no hemos venido a eso- le recordó Peter sujetándola del brazo para que no se abalanzara contra Nico

-No, por supuesto que sí hemos venido para eso, yo sólo busqué una excusa para que me trajeras hasta dónde se encontraba este- dijo Lali señalando con la cabeza a Nico con desprecio

Peter la miró incrédulo, sin dar créditos a lo que oía, no podía creer que había sido tan tonto de caer en la trampa de Mariana.

-Ahora ruega a todos los santos, Riera- ordenó Lali zafándose del agarre de Peter, que por la sorpresa se había distraído, y dirigiéndose muy decidida hacia Nico- Por qué haré que pagues una por una lo que le hiciste a mi mejor amiga-

-No hace falta, yo me encargaré de esto-

Lali abrió los ojos de par en par, una voz femenina totalmente conocida había dicho aquello, volteó instintivamente y vio a Euge parada en la puerta de brazos cruzados.

-Euge...- susurró Lali sin salir de su asombro- ¿Qué haces aquí?-

-Obligué a Rochi que me contara que estaban tramando ustedes dos, no fue muy difícil convencerla para que me dijera la verdad, me dijo a dónde planeabas dirigirte así que los he estado siguiendo desde que se fueron de la mansión. Unas paradas muy...calurosas tuvieron tú y Peter, ¿no?-

Lali se sonrojó al escuchar aquello, Euge había presenciado el beso que se había dado con Peter.

 -Lo siento, sé que cuando sucedió lo de Riera nos pediste que nunca nos acercáramos a él ni intentáramos localizarlo o sociabilizar con él, lo siento mucho- se disculpó Lali atropelladamente

-Pues cuando me enteré de lo que estaban tramando tú y Rochi no es que precisamente me puse a saltar de felicidad, pero lo hecho, hecho está y es hora de afrontar las consecuencias de nuestros actos, ¿no, Nico?-

Euge caminó lentamente hacia Nico, quién había palidecido de una manera asombrosa.

-Quiero ver a la hija de Mery- le pidió Euge con suma autoridad

-No creo que...- la voz de Nico se escuchaba muy temblorosa

-Quiero ver a la hija de Mery- repitió Euge elevando la voz

Nico le hizo una seña para que lo siguiera, adentrándose juntos a la casa.

-Me engañaste- susurró Peter en el oído de Lali, sobresaltándola

-No tanto... digo, lo que planeaba era gritarle un par de verdades a Nico, luego ver a Alai y por último preguntar sobre Mery- explicó Lali volteando

-Entonces me debes una recompensa por haberme mentido-

-¿Una recompensa como cuál?- preguntó Lali sonriendo de oreja a oreja

-Como está- respondió Peter atrapando los labios de Lali en un beso voraz