Dulce Venganza: Cap 43

Hola!! Se viene rock laliter! ¿Empezará Peter a pagar por lo que le hizo a Lali? ¿Peter descubrirá que ama a  Lali? ¿Lali podrá perdonar a Peter? ah ah, quién sabe.... Si quieren que les avise por twiter sólo me dicen, no se olviden de firmar!! Besos :)

-No voy a tener esta conversación contigo, Mariana- previno Peter- Y mucho menos con todo lo que está sucediendo-

-Quieres decir con lo que tú provocaste-

Peter sabía que tenía que hacer hablar a Lali para retenerla el tiempo suficiente hasta que su abogado le confirmara que se han retirado los cargos en su contra. Nicolás creía que la había raptado pero Peter sabía que por más sed de venganza que tuviese jamás pondría un dedo encima a Lali.

Y muchos menos permitiría que alguien más lo hiciera, la sentía tan frágil que a veces sospechaba que al mínimo movimiento ella se quebraría. Sólo físicamente, porque tenía mucho carácter cuándo se lo proponía.

-Le pediste a Nicolás que retirara los cargos contra ti, y eso lo haría porque ya debe saber que gracias a ti estamos en la bancarrota junto con los Suárez- dijo Lali atando cabos- ¿Por qué estás tan seguro que mi tío retiraría los cargos? No creo que sólo porque se lo pidas-

-Prefiero mantenerte al margen de todo eso- se limitó a decir Peter pasando una mano por sus cabellos oscuros y desordenados por el viento

-Si has estado tan animado por contarme tu pequeño plan de venganza deberías terminar de hacerlo, ¿no te parece?-

-Lali, yo...- tartamudeó Peter sintiendo como sudaban sus manos, estaba nervioso, de eso no le cabía duda- Tal vez creas que soy la peor clase de persona, pero te puedo asegurar que no es así-

-Oh, claro que no Peter, ¿cómo se te ocurre siquiera pensar que yo creo eso?- preguntó Lali con una ironía cruel

-Muy bien, acepto que la mayor parte del tiempo que estuve en la mansión, hasta creo que incluso en mis últimos minutos de estadía ahí, sólo pensaba en vengar...-

-Peter, no te molestes- interrumpió Lali- Escuchar sobre tantas cosas de ti referidas únicamente a la palabra venganza, sinceramente, me enferman. No me interesa en absoluto lo que tengas que decir, yo ya te dije lo que pienso, y por favor, si no es mucha molestia, no me vuelvas a llamar, ni a buscarme, ni nada. Con mi única familia, que es Nicolás, lucharemos por salir adelante y tengo fe que lo lograremos, y tú ocúpate por regodearte en la felicidad que tienes al ver obtenido tu tan anhelada venganza-

-Lali, no- la detuvo Peter sujetándola del codo

-Te juro que haré hasta lo imposible para que termines preso- prometió Lali dejando escapar un par de lágrimas que se limpió inmediatamente con la manga de su casaca y con furia- Me devolverás hasta el último centavo, y ten por seguro que me ocuparé personalmente para que tengas la condena máxima en una de las peores prisiones-

-Déjame explicarte-

-Ya explicaste y dijiste mucho Lanzani, te burlaste mucho tiempo de mí y Nicolás, ¿no te parece? Pero el que ríe último, ríe mejor-

Lali se fue corriendo, y al ver esa panorámica, Peter recién cayó en cuenta de lo que había tenido en sus manos y ahora había dejado escapar.

Su celular empezó timbrar.

-¿Si?- preguntó Peter con enojo

-Nicolás ya retiró los cargos señor, y me pidió que le dijese que ya puede dejar de ocuparse del asunto de Mariana, no entendí muy bien lo último pero él me dijo que usted sabría el significado de sus palabras-

-Gracias, si el señor Espósito vuelve a comunicarse con usted le dice que hasta lo que sé Lali se dirigió a la mansión- informó Peter antes de cortar

"Ya debes estar feliz, supongo. Lograste todo lo que quisiste", pensó con amargura, pero a pesar de que eso fuese verdad sentía un vacío glaciar en su interior.

El mismo vacío que sintió cuando supo de la muerte de su esposa e hija, pero era algo diferente, sentía un dolor que lo desesperaba, y sabía muy bien por qué.

Por haber dejado marchar a Lali y por ser testigo del odio que ahora sentía por él.


Lali recordaba perfectamente la nostalgia que había tenido en esos tres meses en los cuales Juan Pedro ya no vivía en la mansión, era triste caminar por la mansión y saber que no había ninguna posibilidad de encontrarse por casualidad con él, ya no habían más discusiones, ni risas juntos, y mucho menos besos, también se habían ido junto con él esa sensación que recorría por su cuerpo cada vez que notaba su presencia masculina.

Cuando le había pedido encontrarse no había dudado ni un segundo en aceptar, lo extrañaba mucho, y por un momento creyó que si quería verla era para confesarle su cariño hacia ella, pero había sido todo lo contrario, le había hecho conocedora de sus siniestros planes.

Al llegar a la mansión fue corriendo a su habitación  para poder por fin desahogar ese dolor asfixiante proveniente de su pecho. Lo amaba, lo sabía muy bien, pero él se había encargado personalmente de destruir aquel amor, ya no quedaba nada, solo dolor.

Hubo un momento que entre tanto llorar se había quedado dormida y un par de nudillos golpeando contra la puerta de su habitación terminó por despertarla, maldiciendo en voz baja se dirigió a abrir.

-Si te digo que estaba caminando sin rumbo y terminé viniendo acá por casualidad, ¿me creerías?- preguntó Peter totalmente nervioso apenas ella abrió la puerta

-¿Cómo entraste?- Lali estaba realmente sorprendida de verlo ahí

-Los de seguridad parece que aún no están al tanto de que no me pueden dejar entrar- explicó Peter atropelladamente

-Es mejor que te vayas, ya no eres bienvenido en esta casa. Si no recuerdas, te dije que ya no me buscaras más, y es mejor que desaparezcas ahora o llamaré a Nicolás-

-Necesito sólo unos minutos, tengo que hablar contigo-

-¿Crees que yo te daré ese privilegio? Después de lo que has hecho, ¿tienes la cara para aparecer aquí y esperar que acceda a escucharte? En vez de pedir más deberías rogar para que no llame ahora mismo a la policía-

-Sé que no lo harás- dijo Peter muy convencido entrando totalmente a la habitación de Lali y cerrando la puerta con seguro

-¿Cómo estás tan seguro de eso?-

-Me olvidaré de mis principios justo ahora y tengo fe de que también lo harás tú, entonces podré darte eso que tanto quiero-

-¿Cómo estás tan seguro de que no llamaré a la policía?- volvió a preguntar Lali sin prestar atención a las palabras de Peter

-Porque me amas, y sé que no me equivoco al pensar eso, así que no te molestes en negarlo-