Dulce Venganza: Cap 34

Hola, por fin terminé la semana de pruebas, así que ya estoy libre! Hay muchas visualizaciones y pocas firmas en comparación así que a ponerse las pilas con las firmas!!

Al ver el asombro en el rostro de Lali, y cómo miraba confundida los aparatos que rodeaban a la pequeña, Peter acercó su boca al oído de ella.


-Está conectada a un respirador artificial- explicó antes de acercarse sonriendo a Alai- Pequeña, el tío Peter vino a verte-

Alai sonrió alegremente provocando ternura en él, amaba mucho a la hija de Nico, y si era necesario llegar aún más lejos para poder pagarle los tratamientos médicos, lo haría sin dudar.

Que ella lograra sobrevivir era un asunto muy personal, ya había perdido a su hija y no iba permitirse perder a su "sobrina".

Su mirada se quedó clavada en los ojos celestes de Alai, le hizo recordar al mar, a lo mucho que Nina y su hija amaban el mar...

FLASHBACK 

Era un día más ajetreado de lo normal, considerando que era su último día de trabajo ante de sus vacaciones.

Con Nina habían planeado ir de vacaciones al Caribe, sabía que su esposa soñaba desde muy niña visitar esas playas paradisíacas, y como su marido que era, quería hacer realidad aquel anhelo.

Ya sólo faltaba entregar unos documentos firmados a su jefe para poder retirarse de su centro de trabajo.

-Espero lo pase bien en sus vacaciones al Caribe, Lanzani. ¡Buen provecho!- le felicitó su jefe dándole unas palmadas en la espalda

-Muchas gracias- sonrió Peter muy entusiasmado

-¡Papi!-

Peter se volteó y vio como Diana, su hija, iba corriendo hacia él con los brazos extendidos, sin pensarlo dos veces, apenas su hija estuvo lo suficientemente cerca, la cargó.

-Diana estaba muy impaciente y pidió venir, sabes que ella me puede, no pude negarme- explicó Nina sonriendo mientras saludaba a su esposo con un marcado beso en los labios.

-¿Traen consigo todo el equipaje?- preguntó Peter mientras jugaba con el pelo de su hija

-Sí, las cosas de mamá y las mías- respondió Diana aplaudiendo con sus manitas

-¿Y las de tu papá?- preguntó extrañado

-¿No has traído tus maletas a tu trabajo?- preguntó Nina con el ceño fruncido, no estaba enojada, eso Peter lo sabía de sobra, Nina nunca se enojaba.

-Por supuesto que no- respondió Peter riéndose, le parecía absurdo cargar tremendas maletas hasta su trabajo

-No te rías, tonto- le retó Nina intentando evitar, por todos los medios, reírse

-Ay amor, ¿qué les parece si ustedes se van hacia el aeropuerto, yo voy a la casa para sacar mis maletas y nos encontramos afuera del aeropuerto?-

-¿Estás seguro?- preguntó Nina para nada convencida

-Confía en mí, amor- le pidió Peter besando la frente de su hija y bajándola al suelo

-¿Te encontraremos en el aero...eso?- preguntó Diana, igual de insegura que su madre

-Sí cariño, confíen en mí, así nos retrasaremos menos. Las amo, nos vemos pronto- y dicho eso Peter se fue casi corriendo hacia la salida del edificio en busca de un taxi que lo llevara hasta su casa, la cual quedaba demasiado lejos.

Encontró su maleta tirada abajo de su cama, entonces no era de extrañar que Nina no hubiera reparado en que sus cosas las había dejado en casa.

Después de casi una hora ya estaba bajando del taxi que lo había llevado hacia el aeropuerto, buscaba por todos lados pero no localizaba a Nina y Diana, así que sacó de su cremallera su celular.

Timbró una y otra vez pero nada, ella no contestaba. Volvió a llamar repetidas veces pero con el mismo resultado, algo no andaba bien. Se suponía que hace mucho debieron de haber llegado... tal vez Nina decidió esperarlo dentro del aeropuerto, lo cual a él le parecía una tontería pero no sería de extrañar que a su mujer se le hubiese ocurrido algo semejante.

Ingresó al aeropuerto y caminó de un lado para otro buscando a su esposa e hija. "¿Dónde se han metido?", Peter intentaba guardar calma pero simplemente era obvio que ni Diana ni Nina se encontraban en dicho aeropuerto, y que su esposa no contestara su celular no ayudaba a que él no se alterara más.

Se sentó en uno de los asiento que ahí se encontraban y llamó a Nico Riera, era muy amigo suyo y de Nina, por ahí sabía algo.

-Riera, ¿has hablado con Nina?- preguntó Peter desesperado

-Sí, ¿por?-

-¿Hace cuánto?-

-Y...no sé,  creo que hace unas siete horas- respondió bostezando

-¿Te dijo algo importante?-

-Me contó sobre lo emocionada que estaba por su viaje, por cierto, ¿no deberías estar justo ahora dentro del avión?-

Peter miró su reloj de muñeca, el avión había partido hace tres horas, había perdido el vuelo, y estaba seguro que Nina y su hija también

-No encuentro a Nina y Diana, se suponía que deberían haberme esperado afuera del aeropuerto pero hasta ahora no sé dónde andarán y Nina no contesta el maldito celular- Peter estaba totalmente angustiado y no lo pudo disimular más

-Mierda. Le preguntaré a Mery si sabe algo o si sospecha dónde podría estar Nina, te comunicaré apenas sepa algo- dijo Nico antes de cortar

Peter sentía sus piernas temblar incontrolables, el sudor frío en su manos y su estómago revuelto. Estaba preocupado y sabía que algo andaba muy mal.

Su celular comenzó a sonar, al ver la pantalla reconoció el número que lo llamaba como el de Nina, el alivio que sentía era indescriptible.

-¡Nina, Dios mío! ¿Sabes el susto que me has hecho pasar? No te has aparecido en el aeropuerto, quedamos en que me esperarías afuera, te he intentado llamar desde hace horas y no contestabas el celular. ¿Cómo está nuestra hija? ¿Por qué no has venido, ni contestado mis llamadas? Me debes muchas explicaciones, y esta vez no me pidas que no me enoje, pero bueno, eso no importa, lo que importa es que están bien, me tenías muy preocupado- dijo Peter atropelladamente

-¿Usted es el marido de Nina Lanzani?- preguntó una voz masculina

-Sí, ¿quién habla?- preguntó Peter aún más preocupado de lo que había estado antes de esa llamada

-¿Qué tipo de relación tiene con Diana Lanzani?- preguntó el señor, ignorando las preguntas de Peter

-Soy su padre. ¿QUIÉN ES USTED?-

-Siento comunicarle el fallecimiento de Nina Lanzani y Diana Lanzani, hecho ocurrido hace unas cinco o cuatro horas, debido a un accidente de tránsito. Lamentablemente el auto donde iban su menor hija y su esposa cayó a un precipicio dando vueltas de campana, se cree que este acontecimiento haya sido planeado por terceras personas-

De repente Peter sintió como se le desgarraba el alma, sin previo aviso todo en su mundo se volvió negro, lleno de oscuridad, de vacío.

Y de dolor, un dolor que lo apuñalaba hasta matarlo, hasta matar todo lo que más había amado en esa vida.