Dulce Venganza: Cap 4

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Lali estaba totalmente sorprendida.

-¿Qué...? ¿Juan Pedro?- preguntó sin poder creérselo

-No, se llama Peter- corrigió Euge

-Para mis amigos soy Peter y para el resto de personas soy Juan Pedro- respondió Peter muy relajado

-¿Qué haces aquí? ¿Y por qué usas dos nombres? ¿Quién eres? Yo no confío en ti y sé que algo ocultas, algo muy malo. ¿Qué quieres de nosotros?- preguntó Lali muy desconfiada de aquel Peter o Juan Pedro

-Festejando, al igual que tú. No uso dos nombres sólo que prefiero que mis allegados me llamen por mi sobrenombre, que es Peter. Soy un chico normal y no quiero nada de ti, preciosa- Peter respondió en orden cada una de las preguntas que le hizo Lali

-Esta mañana te veías tan serio, parecías casi un robot, y ahora estás tan...- ¿lindo? ¿deseable? Lali no sabía que palabra usar, sólo sabía que ese idiota era condenadamente atractivo

-Tengo una vida, ¿sabías? Cuando se refiere a cosas serias necesito portarme como amerite la ocasión, ahora estoy disfrutando, ¿me podría dejar en paz señorita paranoica?-

-Euge es hora de irnos- dijo Lali y, sin apartar la vista de Peter o Juan Pedro, agarró de la mano a su amiga y la llevó hasta dónde se encontraba Rochi

-¿Qué te sucede Lali? ¿No ves que estaba muy entretenida con ese chico?- reclamó Euge

-Sí, me ya me había fijado. ¿No te das cuenta que ese es el enemigo?-

-Enemigo, ¿qué te fumaste ahora?-

-¿Qué pasa?- preguntó Rochi dándoles el encuentro y viendo la cara de enfado de Lali y Euge

-Qué está amiga- Lali hizo comillas con sus dedos al pronunciar la palabra amiga- Se estaba comiendo al mismo Juan Pedro, quién me está robando mi fortuna-

-Peter tiene razón, eres paranoica- dijo Euge mirando a Lali con enojo

-Todavía lo llamas Peter, es impresionante, prefieres a un chico que apenas conoces que a tu amiga de toda la vida-

-No seas tarada-

-¿Yo tarada? ¡Tú te comiste a Juan Pedro!- acusó Lali como si su amiga hubiese cometido el peor delito habido y por haber- Habiendo tantos hombres en este mundo, justo él-

-¿Celosa?- preguntó Euge con una sonrisa burlona

-Ya basta de peleas y vámonos- ordenó Rochi

Las tres se fueron en el auto de Euge, en todo el recorrido la única que habló fue Rochi, quién contaba cómo Gastón había estado coqueteando con ella y cómo después de robarle un beso le dijo que ya se había aburrido de ella y se fue a bailar con otra chica a la cual también besó y dejó para ir a bailar con una tercera chica que también beso y así pasó con muchas más.

-Gas sí que es un mujeriego en potencia- Euge soltó un par de risas

-Con eso no ayudas a Rocío- le reprendió Lali

-Y con lo que hiciste con Peter tampoco me ayudaste-

No pararon de discutir hasta que Euge dejó a Lali en la mansión Espósito.

-Uno es un mujeriego tarado en descontrol, una es una tonta que se deja ilusionar muy rápido por el mujeriego en potencia, la otra que es una traidora y mala amiga, luego...luego está ese maldito de ojos verdes que no hace otra cosa que joderme más la vida- Lali estaba en la sala y agarró los cojines de los muebles para luego tirar uno por uno contra la pared, necesitaba liberar su frustración- ¡ESTÚPIDO, TARADO E IDIOTA DE JUAN PEDRO!-

-Se nota que me tienes mucho cariño, ¿estamos con problemas señorita paranoica?- Peter estaba a su lado con los brazos cruzados mientras se reía

-¿Quién te permitió entrar?- preguntó Lali enojada- ¿Qué haces aquí? ¿No debías estar en esa maldita fiesta?-

-¿Siempre que ves a una persona la atacas con un millón de preguntas o sólo eres así conmigo? En ese caso me sentiré alguien especial-

-Sólo con las personas que me generan desconfianza, ya te lo dije Lanzani, no eres alguien digno de mi confianza-

-Sabes mi apellido, ¿me debería sentir alagado?- se burló Peter

-Eres un estúpido, ¿sabías?-

-Creo que con todo lo que dijiste hace un momento sobre mí, lo tengo muy claro, porque debo suponer que yo era ese de los ojos verdes, ¿o me equivoco?-

-No te equivocas- dijo Lali parándose frente a él y muy cerca, debía admitir que le encantaba la cercanía que había entre ambos

-Dime, queridísima señorita paranoica...-

-No me digas así- lo interrumpió Lali

-¿Porque me das tanta importancia? Si apenas nos conocemos-

-No sé quién eres y tampoco me interesaría saber si supiera por qué mi abuelo te tendría que dar la mitad de  su herencia, ¿por qué me la quitó a mí para dártela a ti? ¿Qué lazos te unían a Salvador? ¿Cómo es que conoces a Eugenia? ¿Por qué estás aquí?-

-Son muchas preguntas, ¿no crees?-

-Y muy pocas respuestas-

-¡Juan Pedro, Mariana!- Nicolás apareció en la sala y pasó un brazo por el hombro de cada uno- Veo que ya se están comenzando a conocer-

-¿Y por qué tendríamos que conocernos? Yo no lo quiero conocer, yo quiero que desaparezca de mi vida, ahora mismo-

-Bueno...Si van a empezar a vivir juntos es mejor que comiencen a conocerse, ¿no crees Lali?-

-¿Qué acabas de decir?- preguntó Lali muy enojada, y Nicolás al ver su rostro supo que se avecinaba una tormenta.