Dulce Venganza: Cap 1

Contando los votos por twitter, por la encuesta y los comentarios la nove ganadora es dulce venganza. Les dejo el argumento y el primer capitulo. LEAN ABAJO. Firmen y subo más.

Mariana Espósito, mejor conocida como Lali, siempre tuvo todo lo que quiso, bastaba pedirlo para tenerlo y todo eso gracias a su abuelo Salvador Espósito, un empresario multimillonario, quién se ocupó de su crianza. 

Después de una trágica noche su abuelo falleció dejándole en herencia toda su fortuna y empresas a Lali pero al aún no cumplir 21, edad en la cual su abuelo en el testamento estipuló se le entregaría todo sus bienes, se encargaba de manejar los negocios y el dinero su tío, Nicolás Espósito, con quién Lali no se relacionaba mucho pero quién, al igual que su abuelo, accedía a todos sus caprichos.

Dos años después de la muerte de su abuelo y 1 año para acceder a la fortuna que le había dejado, apareció un hombre quién reclamaba la mitad de toda la herencia de Lali, ese hombre era Juan Pedro Lanzani, un empresario exitoso quién planeaba una dulce venganza para toda la familia Espósito y en especial para Mariana Espósito, la protegida de Salvador Espósito. 

CAPITULO 1

Aquel día prometía particularmente ser muy agitado, hace 48 horas que su abuelo, Salvador Espósito, había fallecido luego que su avión privado se hubiese quedado sin combustible en mitad de camino y después de un aterrizaje forzoso se hubiese incendiado provocando la muerte de todos los que estaban abordo.

Según se había enterado alguien había estado buscando la muerte de su abuelo, y tal parecía, lo había conseguido. 

No quería admitir que eso le importaba poco o nada, sólo la haría sentirse alguien frívola, pero por más que no le gustara era así, le tenía sin cuidado que su abuelo hubiera muerto.

-Hora de levantarse- Nicolás, un tío que apenas había conocido hace un día atrás, entró a su habitación sin molestarse en tocar la puerta

-¿Qué te pasa? ¡¿Cómo se te ocurre entrar a mi habitación así?! No sé quién crees que eres para venir y decirme a que hora me tengo que levantar- Lali no podía creer que ese hombre hubiese osado entrar a su habitación y mucho menos sin pedir permiso antes- Yo me levanto cuando crea conveniente-

-En una hora va a haber una conferencia de prensa explicando lo sucedido con Salvador y tú vas a asistir quieras o no- dijo Nicolás muy severo 

-En una hora no voy a estar lista y no sé qué has fumado para que creas que me vas a obligar a ir a esa estupidez- 

-Por lo que se ve hay muchas cosas que no sabes aún, nena. Una hora, y si no estás lista te llevo a la conferencia sea como sea que andes vestida-

-No voy a permitir que me obligues a hacer algo que no quiero, ¿te queda claro?- Lali no iba a ceder por nada del mundo a lo que un tío desconocido le impusiera- Si yo digo que no voy a ir significa que no voy a ir, no me importa si tú quieres que asista-

-Mariana estás en el deber de obedecerme-

-Estás muy equivocado, yo no estoy en el deber de obedecer a nadie, soy mayor de edad y hago lo que se me cante, traduciéndolo para que puedas entender... ¡NO PIENSO IR! Ahora lárgate de mi habitación- 

Unos minutos después su tío por fin se fue, no podía creer que ese tipo se creyera su padre para tratarla así, pero ella no lo iba a permitir, le haría entender sea a buenas o malas como funcionaban las cosas en la mansión Espósito, un lugar dónde todo se hacía cómo ella quería.

-Lali, recién me enteré lo que pasó, que pena con tu abuelo- Euge entró a su habitación y se sentó en el borde de su cama

-Hola Euge- dijo Lali levantándose por fin de su cama y dirigiéndose a su placard

-¿Cómo te sientes con lo sucedido con tu abuelo?- 

-Para serte sincera no me afecta en nada, sabes que casi nunca lo veía y él no era el típico abuelo que te sacara a pasear y comprar un helado-

-A pasear si te sacaba- dijo Euge haciéndole recordar los incontables viajes que realizó con el dinero de su abuelo

-Sabes a qué me refiero, él sólo estaba de viaje y cuando volvía pocas veces salía de su oficina a dirigirme la palabra. Creo que lo único que siento por mi abuelo es respeto-

-¿Respeto? Por favor Lali me parece que no sabes el significado de eso-

-¿Y tú sí?-

Euge se rió y Lali la acompañó, era verdad, nunca les habían enseñado a ninguna de las dos a respetar, y tampoco les importaba aprender.

Al mediodía fue el entierro de Salvador Espósito pero Lali decidió ir de compras, era lo único que realmente la relajaba, para ella comprar ropa era un pasión, un arte.

Después de eso fue a la casa de Rocío Igarzábal, su mejor amiga además de Euge, las tres se conocían desde muy pequeñas y eras inseparables.

-Lali no me parece bien que hayas faltado al entierro. ¡Es tu abuelo!- Rochi era muy correcta, obsesionada con la disciplina y la perfección, y era el motivo principal por el cual Euge y Lali no se habían metido en más problemas de los que debían.

-No jodas Rochi, no tenía ganas de ir- se defendió Lali

-No se trata de ganas sino de ir porque es lo que se debe-

-Yo no hago las cosas porque se deban sino por que quiero-

Rochi revoleó los ojos con una sonrisa, después de tantos años de conocer a Lali se había acostumbrado a que ella fuese así, insoportable, pero si la conocías de fondo te dabas cuenta de lo muy buena persona que era.

Recién al día siguiente volvió a la mansión Espósito, y se dirigió de frente a su habitación, no había dormido casi nada por pasarse la noche conversando con Euge y Rochi y se encontraba demasiado cansada.

-¿A dónde cree que va señorita?- preguntó Nicolás atrás de ella justo cuando estaba por abrir la puerta de su habitación

-Déjame en paz y déjate de joder- dijo Lali muy cansada

-Nada de dejar en paz y de joder, en esta casa vas a hablar bien, no quiero volver a escuchar de tus labios ni una sola lisura-

-¿Quién crees que eres para hablarme así? Deberías comenzar por ubicarte y saber cuál es tu posición en esta casa. Esta mansión es mía, sólo mía, y eso porque mi abuelo ya murió, y en vez de estar jodiéndome deberías agradecer que aún no te halla votado patitas a la calle-

-Soy tu tío y por cierto el único familiar que te queda por lo que tendrías que aprender a valorarme y la pregunta la hago yo, ¿por qué supones que esta mansión es tuya?-

-¿No es obvio? Soy la única heredera, dueña de absolutamente todo y mi abuelo se encargó personalmente de hacérmelo saber desde que soy mayor de edad-

-Siento mucho decepcionarte pero tal vez las cosas no sean exactamente cómo tú crees-

-¿Y cómo son las cosas?- preguntó Lali, aunque verdaderamente no le importaba lo que dijera aquel tío suyo

Su tío sonrío maliciosamente y eso asustó a Lali, no porque le tuviera miedo sino porque temía de que lo que acababa de decir Nicolás fuese verdad.

-Tu abuelo decidió que hasta que no cumplas 21 añitos no podrás acceder a tu herencia, y el que se encargará del dinero, las empresas e incluso será temporalmente dueño de esta mansión seré yo- Nicolás sonrió aún más al ver como se le transformaba el rostro de Lali a causa de la sorpresa- Sabes que significa, ¿no? Si quiero puedo quitarte todo lo que tienes y dejarte en la miseria hasta que cumplas 21, y para eso faltan dos años-

-Esto no va a quedar así- le advirtió Lali- Hablaré con mis abogados-

-¿Los abogados no están contratados con el dinero de tu abuelo? Ahora ese dinero pasó a ser mío, por lo que si yo quiero no podrás comprar ni un mísero pan-

-Tú no vas a hacer eso- dijo Lali intentando sonar convencida cuando en realidad no lo estaba

-Tienes razón, no lo haré, y eso porque yo sí te tengo estima. Deberías al menos tenerme estima por ser tu tío- Nicolás la dejó parada ahí para dejarla que asimilara la noticia, en parte le gusto hacer eso para bajarle de las nubes a esa niñita caprichosa.

Lali pudo confirmar un tiempo después que lo que le dijo Nicolás era completamente cierto y tuvo que abstenerse a vivir con ese hombre que no soportaba.

Apenas cumplió 20 años se fue de viaje junto con Euge y Rochi a Francia, claro que a su pesar con el permiso de Nicolás. Desde que Nicolás se hizo cargo de la herencia de su abuelo ella tuvo que adecuarse a las reglas de su tío, era eso o que él la privara de todos sus caprichos.

Había pasado 5 meses en Francia junto con sus dos mejores amigas y hoy tenía que volver, algo que no la entusiasmaba mucho, pero si se quedaba más tiempo del que Nicolás le había dado permiso las consecuencias serían muchas y muy malas para ella.

-Bienvenida señorita Espósito- dijo el vigilante abriendo las rejas para que Lali pudiese pasar con su auto

Ella condujo pasando la pileta y los jardines estacionándose al frente de la mansión Espósito.

-Señorita Mariana, bienvenida sea- dijo el chófer abriéndole la puerta del auto para que pudiese salir

Lali amaba que el resto de personas estuvieran tan pendientes de ella, y sabía que el único motivo de que fuera así era por el dinero, eso la había llevado a la conclusión que el dinero era poder y cada día estaba más segura que esa era la mayor verdad del universo.

-Bienvenida señorita Lali- dijo el mayordomo sonriendo apenas la vio- Se la extrañó mucho por aquí-

-Lo dudo mucho- dijo Lali sonriendo y al entrar vio parado a lado de los muebles a Nicolás junto con un hombre con terno mirándola muy atentos

-Lali, hola- la saludó Nicolás

-Hola- a Lali le parecía muy sospechoso ese hombre y por el tono de voz sombrío de Nicolás sabía que algo no andaba bien- ¿Pasa algo?- preguntó acercándose a su tío y ese hombre desconocido

-Lali te presento a Juan Pedro Lanzani, él te tiene que decir algo muy importante y dudo que te guste lo que estás a punto de escuchar-

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Sólo este capítulo les estoy enviando por twitter a las mismas que les estuve enviando miedo a perderte pero si quieren que les vuelva a avisar cuando publique el siguiente capitulo o les comience a avisar háganme saber :)