Dulce Venganza: Cap 69

HOLA!! Perdón por no haber seguido la maratón, pero mi papá me llevó a celebrar la navidad con mi familia y no puede entrar hasta el día siguiente. Y luego estuve pasando la nove de mi computadora anterior a la nueva y word no me funcionaba bien en la nueva, había que instalar algo, no sé muy bien. Más tarde sí subo más capítulos :) amandoalaliter: Falta poco para comenzar la recta final ;)

-¿Y qué quieres hacer?-

-Sacársela a Nico, es bastante obvio que Eugenia va querer tomar el papel de madre, y eso yo no lo voy a permitir- aseguró Mery agarrando con más fuerza de la necesaria su taza de café

-María, ni si quiera sabes ocuparte de alguien más que no seas tú, sin decir que ese alguien más sufre una severa enfermedad- La secretaria de Mery, y también mejor amiga, arqueó una ceja intentando hacerle tomar conciencia del disparate que quería hacer

-No voy a permitir que Euge siga teniendo todo lo que quiere y que me arrebate lo que debe ser mío-

-Abandonaste a esa niña, me parece imposible que Nico ceda tan fácil a entregártela, es muy complicado, y dudo aún más que el juez te de la custodia a ti después de haberte desentendido de la niña-

-¿Crees en serio que iré a la casa de Nico y le pediré que me entregue a esa mocosa? Se la arrebataré sin que siquiera se dé cuenta- Mery soltó un largo suspiro- A parte soy su madre y puedo llevármela cuando quiera-

-Olvídate de ellos, Mery, no valen la pena. Creí que cuando viniste habías dejado todo atrás definitivamente, como lo hice yo-

-¡La perra de Eugenia vino hasta aquí a enfrentarme y no puedo quedarme con los brazos cruzados!-

-Si te llevaras a la niña, Eugenia, Nico e incluso Peter, ¡Dios, Peter!, vendrían hasta acá-

-Los convencería que jamás se me ocurriría alejar a esa mocosa de ellos cuando a mí me importa un bledo hacerme cargo de ella-

-Hablando en serio, ¿quién va a ocuparse de la mocosa cuando la alejes de su papá?-

-Tú- respondió Mery encogiéndose de hombros- Sabes a la perfección de esas cosas, ya te habías ocupado de un bebé baboso antes, ¿no?-

-Puede ser-

-Sé que tienes paciencia para ese tipo de cosas, te ocuparás de la niña y estarás encerrada en tu departamento todo el día, y no te preocupes que no vendrás a trabajar. Suficiente tuvimos con que Eugenia te viera, por suerte sólo habrá escuchado hablar de ti y jamás haber visto una foto tuya, porque si ese fuera el caso, querida amiga, tendrías graves problemas-

-Eso o estaba demasiado distraída pensando en hablar contigo, pero apuesto que jamás vio una foto mía, cuando fue a hablar conmigo para hacerla pasar a tu oficina para que le tomarás una prueba para ver si la contratabas, no mostró el menos interés por quién era yo-

-Mejor así- murmuró Mery


-¿Me estás jodiendo?- preguntó Nico escandalizado

-Sabías a la perfección que estábamos buscando el paradero de María-

-Jamás pensé que la encontraría de verdad-

-Que tuvieras poca fe en nosotras no es mi cumpla Riera-

-No quiero que Mery vuelva a entrar en la vida de Alai, ¿entiendes? Es una persona sumamente egoísta y sólo traerá dolor en la vida de Alai-

-Pues lo siento, pero ella necesitaba que le cantara un par de verdades- aseguró Euge antes de echarse a reír

-¿Qué es lo que te da tanta gracia?- preguntó Nico frunciendo el ceño, Eugenia era una mujer difícil de dominar

-La cara que puso al verme fue de película, lo juro, no sé cómo hice para no largarme a reír en ese preciso instante- explicó Euge entre risas

-No me da nada de gracia esta situación, quiero que lo sepas-

-No me importa lo que te da gracia o no, Riera, ahora suéltame- ordenó Euge sacudiendo su brazo, y si no fuera porque Nico disminuyó la fuerza con la que la sujetaba, jamás hubiera podido zafarse de su agarre- Es la última vez que me pones un dedo encima-

-Si te encanta-

-Ya quisieras, ¿no? Ahora lárgate de mi casa. Si alguien te ve me voy a meter en serios problemas, no entiendo cómo entraste, y ahórratelo que tampoco me importa. Ocúpate de tu hija, Nicolás, entiende que de ti yo no quiero nada-

-Yo realmente creo que podemos arreglar las cosas, por eso vine hasta aquí-

-Y yo realmente creo que si vuelves a venir por acá te voy a tirar una patada en c*lo. Me parece que te confundiste, si empecé a comunicarme un poco contigo es por Alai, no por ti-

-¿Por qué te importa tanto Alai? No es que precisamente sus padres hayan sido las mejores personas contigo-

-Porque esa niña necesita una madre, que lamentablemente la abandonó-

-¿Y planeas ser tú esa madre?- preguntó Nico sonriendo con provocación- Si realmente quieres eso, yo no tengo ningún problema-

-¡Eres un sinvergüenza! Date cuenta con quién hablas, ¡con la tipa que sacaste los cuernos con su amiga! Y de esa escenita que se montaron nació Alai, ¿y siquiera insinúas algo así?-

-No, Eugenia, me malentendiste-

-¡Te entendí perfectamente! Las cosas entre nosotros jamás se arreglarán, por lo tanto te pido que olvides seguir haciendo ese tipo de bromas conmigo, no es que me duela que lo hagas, pero me enfurece que caigas tan bajo y me involucres en esas idioteces. Fue una pésima broma, y sabes de sobra que odio las bromas-

-Entiendo que odies las bromas, gracias a ellas tuvimos una infinidad de problemas, ¿recuerdas?-

En los labios de Euge se asomó una sonrisa que al instante desapareció, pero para Nico eso había sido suficiente.

-Pero por más que te enoje, lo que dije no era una broma-

-Nunca, en esta vida ni en otra, haré de mamá de Alai. No quisiera que Alai me viera como una madre, porque no lo soy, porque no es ético que la trate como una hija cuando es el fruto de mi ex novio, que en aquella época era mi prometido, y la que fue mi amiga. Y porque sería muy doloroso para ella ver que los dos adultos que más quiera no puedan estar juntos en la misma habitación sin comenzar a pelear como gatos y perros-

-Ahora mismo no estamos peleando como gatos y perros-

-¡Eso es un milagro! Y aun así estamos discutiendo-

-Dicen que es bueno que las parejas discutan-

-Ni siquiera entiendo cómo me puse a pensar más de la cuenta en la disparatada idea de tratar a Alai como mi hija, hasta el punto de estudiar las desventajas de eso. ¡Y no somos pareja! La última vez que me visitas, Nicolás, la última- previno Euge señalándolo con el dedo índice muy cerca del rostro de él 

-Vendré tantas veces que te acostumbrarás a verme en tu habitación, y si quieres que ya no lo haga, pues tendrás que buscar otra habitación dónde la ventana no esté dando a la calle-

-¿Cómo supiste en qué parte de Francia estaba?-

-¿Eso importa?-

-Es la última vez que vienes, Nico, ya no tienes edad para jugar como un adolescente enamorado, ya tienes una hija, que por cierto está enferma y necesita de su padre. Si tú estás acá, ¿dónde está Alai?-

-Tengo una amiga doctora que siempre se ha ocupado de ella cuando yo salía de viaje, y si me demoro mucho entonces Peter se encargará de ella-

-Peter y Lali ahora están disfrutando de su matrimonio, ¿en serio eres tan irresponsable como para encargársela a ellos, como si fuera un paquete, y mientras tanto tú estás aquí jugando a Romeo?-

-Sé que vale la pena-

-Lo único que vale la pena es tu hija, entre tú y yo no pasará nada aunque te quedes cien años acá-

-¿Ya no me amas?- preguntó Nico entrecerrando los ojos

-¿Cómo se ama a alguien que te hizo tanto daño?- respondió Euge con otra pregunta- Respóndetelo tú mismo-

Y dicho eso, Euge le cerró la puerta en la cara.