Dulce Venganza: Cap 67

Holaaaa! Se me hizo muy tarde para la maratón así que les dejo a cambio un capitulo largo :D No se olviden de firmar!! La cara de Lali no tiene mucho que ver con lo que pasa en el cap pero era el único que encontré acorde a lo que sucede.

-No creo que sea necesario, en serio Pablo, viniste para quedarte una temporada, ¿no?- le recordó Lali con cierto nerviosismo

-Sí, pero no tengo cara para estar por aquí como si nada cuando Lanzani ya sabe de mi condición-

-Peter va a entender que estás luchando contra ello- intervino Rochi posando un mano en su hombro en señal de comprensión

-Y comprobará que estoy fallando rotundamente cuando no pasó ni un día desde que me alojé aquí y ya estaba borracho- se lamentó Pablo

-Ya no volverá a pasar- aseguró Lali- Peter se va a encargar de que no aparezcan más tentaciones en esta casa, tampoco le gusta que me embriague. Lo siento muchísimo Pablo, soy una tarada, se me olvidó que eras....que sufres...-

-Que soy alcohólico, dilo Lali, es la verdad, a fin de cuentas-

-Si te quedas acá tendrás asegurado seguir con tu rehabilitación sin necesidad de tener las tentaciones cerca-

Lali siempre se sintió incómoda de referirse a Pablo como un alcohólico y desde muchísimos años atrás Pablo había prohibido terminantemente pronunciar el nombre alcohol, cerveza o cualquier parecido cuando estaba él cerca, y a cambio habían reemplazado su nombre por "tentación".

-Sabes que si estoy aquí es por lo mucho que te quiero, pero es incorrecto- señaló Pablo

-¿Y eso por qué?-

-Estás a días de haberte casado, lo normal es que estés encerrada el santo día con tu marido en una habitación sin salir para nada- explicó Pablo impaciente- No invitando a un amigo para pasar tanto tiempo con ustedes-

-Lo que estás haciendo está mal, entendemos que tengas miedo, pero esta no es la manera correcta de hacer las cosas- dijo Rochi

-¿Quién habló de miedo?-

-Pablo, ¿puedes dejarme un momento a solas con Lali?- pidió Rochi sin apartar la vista de su amiga

Él asintió y se salió de la habitación de invitados sigilosamente.

-Es una completa inmadurez lo que estás haciendo, Mariana- criticó Rochi elevando la voz y los ojos centellando de enojo- Sé valiente y afronta lo que te pasa con Peter, ¿qué piensas? ¿Qué por qué Pablo venga las cosas que te pasan con tu esposo cambiarán? Sólo vas a lograr enojar a Peter, y no, eso tampoco funcionará para que dejes de quererlo-

-Rocío te estás confundiendo...-

-Por supuesto que no, ¿sabes algo? Peter habló conmigo sobre ti, el pobre esta preocupado buscando la manera de que lo quieras al menos un poco, de que su amor por ti sea correspondido. ¿Y mientras tanto qué haces tú? Pensando en las millones de formas de hacerlo enojar, eres muy perversa-

-¿Perversa yo?- preguntó Lali incrédula, el que Rochi le hablara así la tenía muy asombrada- Tal parece que ya olvidaste todo lo que me hizo-

-¿Y qué puedes hacer con eso? Lo hizo, ¿y qué? No sé puede hacer nada para cambiar el pasado, pero sí el presente, y eso es exactamente lo que está intentado hacer Peter, mientras tanto tú sigues mirando para atrás-

-Peter hizo lo mismo por mucho tiempo, por eso dejó en la bancarrota la fusión-

-Me cansé Lali, no pienso pasar un segundo más hablando contigo, me voy ahora mismo- avisó Rochi dirigiéndose a la puerta, y antes de irse, agregó- Y también se irá Pablo, tenlo por seguro-

-¡De eso nada!-

-Ya lo veremos- murmuró Rochi azotando la puerta tras de sí

Minutos después tocaron la puerta, Lali fue a abrir con furia.

-¿Qué quieres ahora, Rocío? Pensé que habías terminado con tu maldito...- se detuvo al percatarse que era Julia la que estaba parada frente a ella- Señora Julia...-

-Sólo le quería avisar que tiene un recado- la interrumpió Julia severamente entregándole un papel doblado meticulosamente

Lali miró el papel que le extendía, ¿quién le podría mandar un recado? Tal vez Nicolás, pero lo dudaba mucho, hubiera llamado.

-Gracias- susurró sujetando el papel y abriéndolo torpemente

Era la letra de Pablo.

"Una tentación puede significar una debilidad, y no sólo eso, sino que te manipula a su antojo. Por eso siempre se deben mantener bien guardadas las tentaciones, pues son tu fin. Es una completa lástima que todos sepan dónde guardas tus tentaciones, enfriadas en el tiempo, hasta que vuelvas a él y te regocijes en más de lo que dura una noche y en menos de lo que dura una helada"

Frunció el ceño y lo volvió a leer, no entendía nada.

-¿Sabes dónde está Pablo? Necesito que me explique qué significa esto-

-Creo que es usted misma quién tiene que descifrarlo-

-¿Tienes algo que ver en esto?- preguntó Lali sin levantar la vista

-Pablo me dijo que usted misma tenía que averiguarlo, dice que es más fácil de lo que parece-

-Se ha vuelto a emborrachar-

-Estaba completamente sano cuando me lo dio- comentó Julia antes de retirarse

Lali volvió a releer la carta, habla sobre tentaciones, claramente se debía referir a su condición, pero no entendía "enfriadas en el tiempo" y "te regocijes en más de lo que dura una noche y en menos de lo que dura una helada" Aquello no tenía sentido, a menos...

A menos que con lo de la noche se refería a la noche anterior en la que había estado embriagada ella, él y Rochi.

"Y en menos de lo que dura una helada", definitivamente eso no tenía nada de sentido, menos "enfriadas en el tiempo". Aquel chico tenía graves problemas con el frío, eso debía ser.

Volvió a leerla una y otra vez, hablaba de que todos sabían dónde ocultaba sus tentaciones, ¿y dónde exactamente ocultaba él su alcoholismo? Jamás lo supo ocultar.

Concéntrate Lali, se obligó, las tentaciones a la que se refería Pablo era su alcoholismo, y eso nada tenía que ver con una helada o enfriada. Y su alcoholismo provenía de su adicción al alcohol, a la cerveza...

¡Al alcohol y la cerveza! Eso sí que se podía enfriar, sólo bastaba ponerlo en un recipiente lleno de hielo o en el refrigerador. Leyó la carta por última vez.

¡Las tentaciones a las que se refería Pablo era la cerveza! Por eso decía que todos sabían dónde las ocultaba, enfriadas en el tiempo, se refería a la refrigeradora, y "una helada" debía ser sólo para darle otra pista.

Obvio que todos sabían dónde guardaba sus tentaciones (cervezas), porque todo el mundo las guardaba naturalmente en un refrigerador.

Fue corriendo hacia la cocina, y una vez llegó, encontró a Julia enfrascada cocinando, y apenas supo de su presencia le dirigió un guiño.

Para Lali eso fue suficiente, abrió la refrigeradora, y efectivamente, encontró una botella de cerveza vacía saltando a la vista con un papel pegado a él.

Arrancó el papel y lo abrió.

Esta vez era la letra de Rochi.

"¡Bien ahí! La paciencia es un don que no a todos se les es otorgado, lamentablemente, tú estás incluida en ese "todos". Ejercerlo es sumamente complicado, pero admirarlo es posiblemente muy sencillo, más cuando al hacerlo te trae infinita paz. El admirar el trabajo de otros gracias a su paciencia puede hacerte reencontrarte contigo misma, meditar lo que sucede a tu alrededor, disfrutar solamente de tu propia compañía. Recuerda, te conozco mucho"

Definitivamente Rochi se había esforzado por hacérsela muy difícil, lo leyó más de cinco veces y no comprendía a lo que se refería. Tal vez se refería a algo material, al igual que Pablo.

Principalmente, le decía que recordara que ella la conocía mucho, y claro, se conocían desde bebés. ¿Un objeto que le trajera infinita paz, que la ayudara a reencontrarse consigo misma, a meditar, a disfrutar? Definitivamente aquel objeto no existía, sino lo usaría a más no parar.

Y la paciencia, habla mucho de la paciencia, Rochi tenía mucha paciencia, en ciertas ocasiones, se recordó pensando en su discusión de hace poco.

"El admirar el trabajo de otros gracias a su paciencia" ¿Se refería a que ella jamás hacía algo por sí sola, que sólo servía para admirar lo que hacían otros? No, debía ser algo mucho más.

Algo que requería mucha paciencia, y que al admirarlo le traía paz. ¿Había algo que la llenara de esa infinita paz de la que tanto hablaba Rochi? No existía aquello, en su vida nunca encontraba un rincón de paz.

Miró a su alrededor en busca de Julia, aún seguía cocinando. El objeto de Pablo se encontraba en esa casa, tal vez al igual el de Rochi.

Paseó la vista a su alrededor y se entretuvo mirando el jardín. Ojalá pudiera ir hacia allá a respirar un poco de aire y olvidar ese estúpido juego de sus amigos, pero la curiosidad era más fuerte, al menos Nicolás había hecho algo bueno al regalarles esa casa, tenía espacio suficiente para salir afuera a estirar un poco las piernas.

Estar mucho tiempo ahí la asfixiaba en ocasiones, más con Peter siempre tan cerca de ella, que no la asfixiaba para nada pero sí le alteraba todo los sentidos, algo que detestaba, así que lo único bueno que podía haber era ese jardín, al menos escapaba de su mundo por un par de horas.

Volvió a concentrarse en la maldita nota de Rochi y nada, no asociaba nada a sus palabras.

-¡Rocío, en esta casa jamás estoy sola, siempre hay gente a mi alrededor!- gritó Lali frustrada

Julia la miró por un segundo y luego dirigió su mirada a la ventana antes de volver a sus quehaceres.

Lali volvió a fijar su mirada en lo que había al otro lado de la ventada, el jardín... Aquél único lugar que le transmitía tanta paz, tanta hermosa soledad, la ayudaba a pensar. ¡Era eso! Mantener un jardín hermoso era cuestión de paciencia, que conllevaba a trabajo duro, y el resultado de ese trabajo era lo que ella tanto admiraba. Un jardín, cuando recorrió la casa pasó horas paseando por ese jardín, le encantaba.

Salió de la casa y recorrió el jardín mirando a ambos lados, ¿dónde se podía poner una carta en aquel lugar?  Rochi no había especificado en qué parte del jardín. Al menos que el "te conozco mucho" significara algo más, ¿cómo sabía Rochi que aquel lugar le gustaba tanto? Se lo tenía que haber contado en alguna ocasión, pero era extraño, jamás se lo contó a nadie con tanto detalle... Excepto a ella, claro está, ¿pero cuándo fue que se lo contó?

¡Claro! Una vez Rochi presenció una fuerte discusión de ella con Salvador, lo primero que había hecho fue dirigirse al jardín, una media hora más tarde Rochi la encontró sentada en su columpio llorando desconsoladamente y le preguntó qué hacia desahogándose ahí en vez de en un lugar más privado.

Se dirigió al único columpio que había en aquella casa, y efectivamente, había un sobre con su nombre en el asiento. Lo abrió y sacó el papel.

Esta vez se sorprendió mucho, aquella letra era de Euge, pero, ¿cómo? Se apresuró a leer.

"Una amistad es un verdadero tesoro, gracias por tu amistad, por confiar en mí. La confianza incrementa aún más la amistad, gracias por pasar infinitas horas confiándome tus secretos y permitiéndome entrar en un lugar muy tuyo con suma libertad, reservado únicamente para las tres"

Leer lo que escribió Euge la conmovió, ella no era de escribir ese tipo de cosas, una sonrisa se asomó a sus labios.

Suponía que no eran necesariamente objetos los que debía encontrar, sino lugares, le daban pistas para dirigirse a cierto lugar.

Euge hablaba de la amistad, de la confianza, de los secretos, hasta ahí entendía perfectamente.
Y probablemente ese lugar muy suyo en la que su amiga había entrado con suma libertad junto con ella y Rochi, era muy obvio que ellas eran esas tres, debía ser el lugar dónde debía de dirigirse para encontrar el siguiente acertijo.

¿Pero qué lugar era aquel? "Un lugar únicamente reservado para las tres" Pero ellas jamás habían reservado ningún lugar para sí mismas ni nada parecido.

Menos un lugar muy de ella, aquellos acertijos le terminarían dando un dolor de cabeza. Lo leyó otra vez.

Tal vez el lugar reservado para las tres era más figurativo, tal vez ser refería a la confianza que se habían tenido para contarse sus cosas. De todas maneras eso no era algo material.

Era un lugar suyo que sólo les permitía... Lali suspiró, esos acertijos la estaban estresando demasiado, volvió a releer la nota de Euge.

Tenía que ser más literal, de seguro existía un lugar que sólo a Euge y Rochi les había permitido entrar con mucha libertad, y para que sólo fuera a ellas definitivamente, como decía Euge, era un lugar muy de ella, por lo tanto si era tan de ella debía odiar que otros entraran en ese "lugar".

¿Un lugar suyo que odiara que entraran los demás a excepción de su amigas?

-Demasiado fácil y por eso mismo muy difícil, mi habitación- se dijo Lali a sí misma entre dientes. Sucedía que ahora compartía habitación, pero considerando que Euge no sabía eso...

Fue casi volando hacia su habitación y al pararse frente a la puerta cerrada observó una llave en contacto con el picaporte y del cual colgaba un pequeño cartel.

 En palabras impresas decía: "¿Serías capaz de abrir la puerta a una nueva vida?"