Dulce Venganza: Cap 70

GRACIAS POR LAS 37 MIL VISITAS!! Después de varias semanas desaparecida, vuelve la abandonadora más abandonadora de todas las abandonadoras a dignarse a dar la cara por aquí. Fuera de broma, estuve mucho desaparecida, terminó enero, comenzó año nuevo, fue mi cumple y yo aún así ni siquiera me digné a publicar y las deje a medias. Lo siento mucho chicas y para no hacerla más larga si bien estos dos meses se me complica un poco subir ya no me volveré a desaparecer :D No se olviden de firmar! Y por cierto, para quien pregunto, esta nove no es una adaptación :)

Lali siguió con gusto el beso, se sentía muy bien estar así con Peter, le era imposible disimular cómo reaccionaba toda ella ante él.

Enterró sus dedos en el pelo de Peter a la par que él la abrazaba desde la cintura y la acercaba más a sí. Presionó por última vez sus labios en los de ella antes de alejarse.

Clavó su mirada en ella y con lentitud puso detrás de su oreja un mechón fuera de su lugar.

-Me importas mucho- suspiró Peter acariciando su mejilla

Lali asintió, incapaz de hablar, el beso de Peter la había mareado.

-Quisiera demostrártelo- sugirió Peter titubeando

Ella lo miró directo a los ojos, ¿estaba diciendo lo que creía?

-Si me permites...- prosiguió balbuceando- Antes las cosas no funcionaban bien entre nosotros, ahora tampoco tanto, pero algo ha mejorado, y considerando el hecho de que eres mi mujer... No creas que te estoy presionando o te traje aquí para esto... Lali, lo siento mucho, olvídalo. Otra vez cometí otro error, no sé qué se me pasó por la cabeza. Ojo, no digo que no quiera hacerlo, pero si tú dices que no, pues así será y no se hable más-

Lali entrecerró los ojos, no sabía si enojarse o echarse a reír, jamás había visto a Peter balbucear de aquella manera, y no quería ni imaginarse cómo serían las cosas si antes no hubiera pasado nada entre ellos. Pero en aquel momento jamás hubiera creído que se casaría con él, menos por conveniencia.

-Supongo que tal vez hemos hecho muchas cosas mal- comentó ella como si nada

-Entiendo, y agregarle una más empeoraría aún más las cosas-

-Exacto-

-Entonces no se diga más, ¿comemos?- invitó Peter con una sonrisa

Sabía que esa sonrisa de su marido no era del todo sincera, de seguro se sentía culpable por haberle dicho eso

-El error, creo yo, sería que las cosas siguieran como siempre- corrigió Lali

-Por eso estoy haciendo todo esto, la cena, las rosas y los acertijos eran para demostrarte que quiero que las cosas entre nosotros cambien para bien-

-Entonces hay que cambiar de raíz-

Peter frunció el ceño.

-La, sinceramente no te entiendo, ¿estás comparando nuestra relación con las raíces de un árbol?- preguntó intentando reprimir una risa

Lali lo sujetó del cuello de la camisa y atrajo su boca a la de ella, moviendo sus labios sobre él con vehemencia, y para su alivio, Peter le respondió de la misma forma, o más.

Sintió la lengua musculosa de Peter en su labio inferior, recorriéndolo provocativamente, y sin pensarlo dos veces Lali abrió ligeramente la boca para que introdujera su lengua.

Cuando Peter acarició con su lengua la de ella, Lali no pudo evitar soltar un gemido. Hace mucho que estaba esperando aquello, y aunque su condición había sido que no sucediera exactamente eso, siempre estuvo consciente que ella no era lo suficientemente fuerte como para mantener esa condición en pie, pensó viendo como él se deshacía de su camisa sacándosela por el cuello.

Su abdomen ligeramente trabajado y cubierto por una ligera capa de vello atrajó su atención de inmediato, tragó saliva, Peter eran tan hermoso...

-¿Terminaste de disfrutar de la vista?- preguntó divertido

-Eres un tonto- dijo Lali sonriendo y levantando la vista para detenerse en sus ojos, un par de ojos tan verdes que ahora estaban oscurecidos de deseo, deseo por ella, lo podía ver en su mirada, casi la estaba comiendo con la mirada.

Quería disfrutar de aquello, de eso estaba segura, y no había mejor manera que torturando a Peter. Posó ambas manos en el abdomen de su esposo y empezó a recorrerlo con suma libertad, deteniéndose en sus pezones y pellizcándolos cariñosamente y luego, con cierta timidez, recorrió los pezones de Peter con la lengua.

Su marido dejó escapar un largo suspiro acompañado de otro gemido.

-No te detengas, La- pidió Peter

Lali, incentivada por él, se dejó de cohibir y recorrió el abdomen de Peter con la lengua sin dejar de recorrer sus manos sobre el cuerpo musculoso de Peter y se detuvo en su cinturón, intentando desabrochárselo con torpeza, las manos le temblaban demasiado.

Peter tapó sus manos con las de él y las inmovilizó, ella levantó la vista, tal vez había hecho algo malo sin darse cuenta.

-Aún no, cariño, ahora es mi turno- susurró obligándola a pararse correctamente y apoderándose de su boca por segunda vez.

La beso con tal intensidad que sus piernas ya estaba flaqueando, jamás imaginó que un hombre la pudiera llenar de tanto deseo, menos que ese hombre fuera Juan Pedro. Aún recordaba cuánto lo odiaba al principio, pensó dejando escapar una sonrisa sin dejar de besar a Peter.

-Ahora quiero hacer las cosas bien- susurró Peter posando ambas manos bajo la tela de la remera de Lali y haciendo movimientos circulares con los dedos, logrando erizar la piel de Lali- Te llevaré al cielo y luego te traeré de vuelta conmigo-

Lali soltó una carcajada.

-¿Cómo estás tan seguro de eso?- se burló sonriendo de oreja a oreja

Peter no se molestó en contestar sino que dirigió su boca al cuello de Lali y con la lengua, al igual como hacía con los dedos en el estómago de Lali, comenzó a hacer movimientos circulares y moviéndose desde el cuello hacia la oreja y luego hasta el hombro.

Lali se tapó la boca para intentar ahogar el sonido de los gemidos que le arrancaban la lengua de Peter y sus manos.

Él se percató al instante de lo que estaba haciendo y le apartó la mano de la boca.

-Por favor no te tapes la boca, me encanta oírte- susurró Peter sobre su piel y luego se apartó para quitarle la remera a Lali y en seguida el brassier

Peter clavó la mirada, ardiendo en deseo, en los pezones de Lali y sin ningún tipo de bochorno posó su boca en uno de ellos jugando con su lengua y por momentos mordisqueándolos. Con habilidad, se deshizo de los pantalones de ella y los dejo tirados en un rincón de la habitación, luego, con suma delicadeza, le quitó la ropa interior inferior femenina.

Se apoderó de nuevo de la boca de Lali e introdujo dos dedos en su sexo, quería que Lali estuviera preparada para lo que se proponía hacerle sentir de todas las maneras posibles, con la otra mano se desabrochó el cinturón, bajó la cremallera y con un par de maniobras más por fin liberó a su "amigo" que se encontraba tan despierto.

Introdujo un tercer dedo dentro de Lali y luego retiró todos los dedos para introducirse dentro de ella con la lengua.

-Peter...ya....apúrate- exigió Lali entrecortada por los gemidos que no podía evitar dejar escapar

Peter se dio el tiempo de torturarla con su lengua muchos minutos más antes de incorporarse y alzar a Lali como si fuese un bebé.

-¿Señora Lanzani, quisiera tener el honor de acompañarme a un camino de perdición?- preguntó Peter con una sonrisa de oreja a oreja mientras la depositaba en la cama matrimonial con delicadeza

-Suena algo peligroso- dijo Lali fingiendo dudar- Pero si usted piensa ir...yo lo acompaño a dónde sea que vaya, no lo dude-

-Esa es una promesa de por vida, sin pasaje de retorno- advirtió Peter momentos antes de rozar su sexo con el de ella

-Lo sé...-

Antes de que Lali pudiera seguir con aquel juego, Peter la embistió de sorpresa, haciendo que ella soltara una leve queja, y sin inmutarse, Peter la siguió embistiendo a diestra y siniestra, dando todo de sí.

Lali incrustó sus uñas en la espalda de su marido, dejándose llevar hacia el maravilloso olvido junto a él. Por primera vez en su vida podía asegurar que verdaderamente sí existía un paraíso, el que estaba compartiendo en esos precisos momentos con Peter Lanzani.