Dulce Venganza: Cap 63

HOLAAAAAAAA :D Ya sé, hace mil años luz que no publicaba y lo siento muchísimo, pero estoy en las finales del cole y se te acumula todo y no tienes tiempo ni para respirar!! Igual el miércoles ya soy libre :D Así que lo recompensaremos con muchas maratones diarias, qué les parece? ¿El jueves comenzamos las maratones? Igual no muy largas para no atrasar a las que no puedan estar presente en las maratones

-Lo siento mucho- volvió a decir Rochi

-No te preocupes- agregó Peter apresurado antes de salir en la búsqueda de Lali.

Suponía que la encontraría en su dormitorio, pero al llegar no la encontró ahí. Tal vez Julia supiera algo, de todas formas no podía estar muy lejos, pensó Peter dirigiéndose a la cocina.

-Julia, ¿sabes dónde fue Lali?-

La señora Julia lo miró ceñuda, a veces Peter tenía la impresión de que lo odiaba, aunque sabía que no era así, prácticamente lo había criado, y por eso mismo, se sentía en deuda con ella.

-Pasó corriendo, sólo eso sé- respondió cortante

-Por favor, por lo que más quieras, no la cubras, ¿dónde se metió Lali?- insistió Peter acercándose a Julia y sosteniendo sus manos con las suyas.

-Te estoy diciendo la verdad, no sé dónde está, ¿por qué tendría que saberlo?-

-¿Puede ser porque siempre te gusta saberlo todo de todos?-

Julia le dio un leve golpe cariñoso en el brazo.

-No seas maleducado, Lanzani-

-Por favor, dime dónde está Lali, si la busco es porque quiero arreglar las cosas con ella-

Julia lo miró recelosa

 -Lali se fue hacia el jardín- murmuró

-Muchas gracias-

Peter fue corriendo hacia el jardín. Ya debía haberlo imaginado, el recorrido de Lali cuando apenas llegaron a esa casa terminó en el jardín, la había visto tan serena sentada en mitad del jardín, parecía que aquel lugar le producía una especie de paz.

Al salir de la casa encontró a Lali hablando con un hombre, no sabía de dónde había salido aquel hombre y estaba seguro que no trabajaba en la casa.

-¿Qué se le ofrece?- preguntó Peter amablemente

El hombre fijó su mirada en él y luego le dirigió una mirada interrogativa a Lali.

-Peter, te presento a Pablo, Pablo él es Peter- presentó Lali

Peter miró a Pablo con el ceño fruncido, era un poco más alto que él  y con abundante pelo azabache.

-¿De dónde ha salido este tipo?- preguntó Peter ignorando completamente como Pablo había estirado la mano para saludarlo.

-Lo llamé hace unos días, habíamos planeado en que vendría a quedarse una temporada aquí conmigo-

-¿Es un pariente?-

-Soy un muy buen amigo suyo- respondió Pablo por ella- Y si no es mucha molestia, ¿quién eres tú?-

-Eso debería preguntarlo yo, ¿quién eres tú?- preguntó Peter con el ceño fruncido, no había estado en ninguno de sus planes tener visitas en los próximos meses

-Ya lo dije, un muy buen amigo de mi querida Lali- respondió Pablo pasando un brazo por la cintura de Lali y acercándola un poco más a él

-¿Si? Y yo soy el marido- dijo Peter entre dientes alejando a Lali de Pablo- Así que lamento informarte que será imposible que te quedes ni un día aquí-

-No le hagas caso- aconsejó Lali a Pablo dedicándole una sonrisa- Vamos, te enseñaré la habitación dónde te quedarás-

-Tú no le enseñas nada a él- ordenó Peter fulminando a Pablo con la mirada

-No me digas lo que tengo o no tengo que hacer-

-Sólo estás haciendo esto por lo que dijo Rochi, y las cosas no fueron como crees-

-Pablo, ¿puedes entrar a la casa y esperarme ahí?- le preguntó Lali volviéndose hacia él

-Como gustes, querida- sonrió Pablo llevándose su mochila a la espalda y encaminándose hacia la casa con total relajo.

Apenas Lali volteó para retarlo por su actitud, Peter posó sus labios en los de ella, haciéndole olvidar lo que estaba por decirle,  y poco a poco se fue apoderando más de su boca con impaciencia.

Sólo bastaba tener el mínimo contacto con Lali para ansiar cada vez más y más, ni siquiera con Nina había sentido algo parecido, y eso le inquietaba a la vez que le encantaba.

Rodeó su cintura con sus brazos acercándola más a él mientras Lali lo abrazaba del cuello y se perdí en el sabor de su boca.

Comenzaron un juego con sus lenguas imposible de parar, era increíble lo mucho que podía llegar a desear a Lali, y sabía que ella también sentía aquel deseo por él, así que no entendía por qué ella había puesto la estúpida condición sobre la abstinencia. Una condición que él no iba a romper a menos de estar seguro que era exactamente lo que quería Lali, su Lali...

-¿Cómo se te pudo ocurrir traer a alguien a vivir un tiempo con nosotros cuando recién estamos casados?- preguntó Peter frunciendo el ceño- No entiendo por qué lo haces, ¿para alejarme más de ti?-

Peter había dado en el clavo, era justamente eso lo que había tramado Lali al plantearle la idea a Pablo de que se pasara una temporada con ella.

-Sólo va a ser una semana como mucho- se excusó Lali- Ahora me tengo que ir, Rochi debe estar aún en tu despacho y Pablo me está esperando-

Peter vio como Lali se iba corriendo de regreso a la casa. Era eso, pensó con dolor, quería alejarlo, y tampoco podía culparla. Total, sólo era el hombre que había llevado a la bancarrota la fusión más importante que había tenido las empresas de su familia.

Más tarde se enteró por Julia que Rochi también pasaría la noche ahí, y cuando llegó a dormir a su habitación, como supuso, Lali no estaba ahí.

Entendía que su esposa quisiera pasar tiempo con sus amigos, y eso estaba bien, pero ya estaba por amanecer y aún no se dignaba a aparecer. Se puso un pantalón y caminó por los pasadizos del segundo piso en busca de la habitación de dónde provenían los ruidos.

Al encontrarla, abrió ligeramente la puerta.

Lali estaba recostada sobre el pecho de Pablo, quién se estaba sirviendo una vaso de cerveza, y al frente de ambos estaba Rochi riéndose sin parar.

-Esa noche hubieras sido mía, querida Lali, pero te me acobardaste- se quejó Pablo divertido

-De seguro tenía miedo, aún no había tenido relaciones antes- acusó Rochi entre risas

-Y fue ese supuesto esposo tuyo quién me ganó- se lamentó Pablo fingiendo que aquello le dolía mucho

-No te hagas muchos lamentos Pablo, Lali y Peter están casados con la condición de no tener relaciones sexuales-

-¿Y eso por qué, cariño?- le preguntó Pablo a Lali

-Porque mi matrimonio con Peter está arreglado, no hay amor, así de fácil- respondió Lali con una sonrisa boba de oreja a oreja

Estaban todos ebrios, y por sus caras, hace mucho que ya se habían excedido.

-Lali es hora de dormir- avisó Peter entrando a la habitación y extendiendo una mano hacia ella

-Aún no, ¿no ves que estamos divirtiéndonos? ¡No seas aguafiestas, Juan Pedro!-

-La diversión acabó- Peter la sujetó de mala gana de la mano y la obligó a pararse.

Al instante Lali se tambaleó y tuvo que apoyarse en él para no caerse.

-No jodas don Aguafiestas. ¡Lali se queda!- Pablo jaló a Lali y la hizo sentarse otra vez, acomodándola en su regazo.

Peter estaba intentando mantener a raya su enojo y recordar que el único sano ahí era él, pero no le molestaría darle una paliza a Pablo.

-Vamos Lali, no lo volveré a repetir ni una sola vez-

-¡Ella se queda! ¿No lo entiendes? Si yo digo que se queda, se queda- dijo Pablo señalando a Peter con un dedo tambaleante.

-Me cansé- suspiró Peter empujando a Pablo y cargando a Lali como si fuese un bebé.

Metió a Lali dentro de la cama con facilidad, a pesar de los golpes que le daba en el pecho, y la arropó.

-¿Por qué haces esto?- preguntó Lali con lágrimas en los ojos

Eso lo conmovió en lo más profundo, atrapó una de sus lágrimas con el pulgar y luego acarició su rostro. Era tan linda... incluso ebria, ya era la segunda vez que la veía en ese estado, y eso no le gustaba para nada.

-¿Hacer qué?- preguntó Peter con delicadeza

-No dejarme en paz-

-Lali lo que más quiero en nuestro matrimonio es vivir en paz, ¿de qué hablas? Siempre aparentas querer que haya problemas entre nosotros-

-¡Por que quiero que dejes de atosigarme! Siempre estás exigiéndome cosas, lo siento mucho, pero no voy a fingir tener un buen matrimonio cuando ni siquiera estamos casados-

-Sólo quiero cuidarte, y no sólo físicamente, creí que tal vez vivir como esposos te ayudaría a sufrir menos-

-¡TE EQUIVOCAS! Vivir como si en realidad hubiéramos planeado unirnos es lo que más me hace daño-

-Dime qué puedo hacer para que dejes de sufrir- pidió Peter angustiado

-Quiero que dejemos las cosas claras, tratarnos como debe ser, como dos personas que están cumpliendo su parte del acuerdo, nada más-

-Si eso es lo que quieres...-

-Eso quiero- lo interrumpió Lali completamente firme en su decisión