Dulce Venganza: Cap 62

HOLAAAAAA!! Estamos sábado por la noche, amo los sábados por la noche :D Antes los amaba más pero bue. Espero que disfruten de esta fiebre de sábado por la noche. ¿Se dieron cuenta que ya es Diciembre? Bueno es muy obvio que sí... Para mí es como si aún estuviéramos a mediados de año, es muy loco lo rápido que puede pasar el tiempo. Ah! No se olviden de firmar :D Capítulo largo.

-¿Y bien? ¿Me hablarás sobre Nina o no?- preguntó Lali cada vez más nerviosa

-Intenta entenderme, si no te hablo de ella es porque estoy esperando que nuestra relación como marido y mujer madure más, cuando lo haga, estaré dispuesto a responder todas tus preguntas- aseguró Peter deteniendo su andar hacia ella

-¡No hay tiempo para madurar la relación! Sólo estaremos juntos seis meses y luego de eso tal vez no nos volvamos a ver-

-Para cuando te divorcies de mí ya no será asunto tuyo lo que me pasa con Nina, ¿entonces por qué quieres saber sobre ella?-

De repente Peter se tornó serio, y la llama del deseo en sus ojos desapareció por completo.

-Por que por ahora sí es asunto mío-

-Por ahora, tú misma lo has dicho. Luego ya no tendrá sentido que te haya hablado de Nina, es mejor dejar las cosas como están- Peter se quedó en bóxer y se metió en la cama

-¿Te enojaste?- susurró Lali acercándose y posando la mano sobre su cabello

-Creo que tienes razón, estoy tomando esta farsa muy enserio- respondió Peter cerrando los ojos

Lali apartó la mano de él como si quemara, no podía creer que él hubiera dicho eso. Tal vez no era un matrimonio de dos personas que se amaran y habían decidido compartir sus vidas para siempre, pero a pesar de eso era un matrimonio, no una farsa.

Se sentó en el otro extremo de la cama y cuando se percató que Peter se había dormido cogió su ropa de dormir y salió del dormitorio.

-Señora Lanzani, ¿se le ofrece algo?- preguntó la ama de llaves. Una señora de avanzada edad y baja estatura.

-No sé si me podrá ayudar mucho, ya que usted al igual que yo conoce muy poco la casa, sucede que no recuerdo con exactitud dónde se encuentra la habitación de invitados-

-¿No piensa dormir junto a su esposo?- preguntó reprobatoriamente

-Es que...-

-Puedo entender que hayan tenido una discusión o algo parecido y se encuentre enojada con el señor Lanzani, pero eso no justifica que se vaya a pasar la noche en otra habitación- la interrumpió la ama de llaves con el ceño fruncido, realmente estaba muy disgustada

-Usted no entiende, las cosas no pueden ir peor porque es imposible-

-Según lo que sé, recién se han casado, el matrimonio es muy difícil los primeros años, pero ustedes hicieron un juramento, tienen que estar juntos en las buenas y las malas. La actitud que está mostrando ahora no va de acuerdo a lo que usted prometió, señora Lanzani-

-¡Pero yo no prometí nada!- exclamó Lali impaciente

-¿Cómo que no? Por algo se casó, cuando alguien se une con otra persona en matrimonio significa que está prometiendo muchas cosas a la otra persona-

-Julia, no atosigues más a Lali, por favor- pidió Peter acercándose a ellas

Por culpa de esa señora ahora Peter se iba a enterar antes de tiempo que planeaba pasar la noche en otra habitación, pensó Lali con amargura

-Yo sólo le estoy dando consejos sobre el matrimonio, Peter- se excusó Julia

-Lo entiendo, pero dale tiempo para que se acomode a su nueva vida como esposa, todo es nuevo para ella-

-Lo sé y lo entiendo, pero jamás vi a la señora Nina Lanzani irse de su habitación como una fugitiva...-

-Basta por hoy- la interrumpió Peter con enojo pasando un brazo por los hombros de Lali- Ahora todos nos vamos a dormir, ¿no, Lali?-

-Lo dudo mucho- murmuró Lali zafándose de su abrazo y encaminándose a la habitación que compartía con Peter.

Ya había sido mucho sobre Nina en una sola noche, ahora era ella la que no quería hablar de la difunta esposa de su marido.

-¿Tienes una buena explicación?- preguntó Peter con suma calma cerrando la puerta

-¿Sabes que si? Si esta es una farsa, como tú mismo dijiste, ¿para que molestarnos en hacer cosas que sólo un verdadero matrimonio haría?-

-Siento mucho haberme referido a nuestro matrimonio como una farsa, estaba enojado y no debí decir aquello si no lo creía-

-¡Claro que lo crees, sólo dices eso para calmarme! Total, si nos casamos fue por coacción, ambos salimos beneficiados de alguna manera al atarnos al otro por seis meses, si no fuera por eso jamás hubiéramos estado casados-

-¿Por qué en vez de estar quejándote todo el tiempo sobre lo que no te gusta de nuestro matrimonio, intentas disfrutarlo?-

-¡Es imposible disfrutarlo! Sabes que nunca nos llevamos bien, no creo que por estar casados las cosas entre nosotros cambien. ¡Yo te odio y tú a mí, no intentes negarlo, todas las veces que me trataste mal son prueba de ello!

-Si te trate mal fue para protegerte, me importas, Lali. Tanto que no permitiría que ni yo ni nadie te hagan daño, ni siquiera tú misma-

-Si te importo tanto entonces no me obligues a fingir que somos una feliz pareja recién casada, déjame dormir en otra habitación-

-¿Por qué haces esto? Yo intento e intento hacer todo esto mas llevadero e incluso agradable para ambos y tú sólo te emperras en arruinar todo-

-¡TAL VEZ PORQUE TENGO MIEDO!-

-¿De qué?- exigió saber Peter acercándose a ella y sujetándola del brazo- Quiero que me digas a qué le tienes miedo-

-No te diré nada, y más te vale hacer lo que te dije o sino me iré de nuevo con Nicolás, y no me importará perder todo eso que me quiere dar él a cambio de estar seis meses contigo-

-¿Me estás sobornando?-

-¡Ya me escuchaste!- Lali se soltó del agarre del Peter y se fue de la habitación tirando un portazo tras de sí.

Peter no pudo dormir toda la noche, quería entender a Lali, pero ella no le dejaba. Quería tener una buen matrimonio con ella, y para eso faltaba confianza, mucha confianza.

 Al día siguiente bajó a desayunar y Lali brilló por su ausencia, no terminó el desayuno, el exhaustivo interrogatorio de Julia por la falta de Lali en el comedor, lo enfermaba.

Al llegar a su despacho se encontró con una infinidad de cosas por hacer, lo que Mariana no sabía, era que Nicolás lo había vuelto a restituir en las Empresas Espósito, en un cargo poco elevado en comparación al anterior, pero con una muy buena paga como para mantener a Lali y sus comodidades.

Igual Nicolás ya le había avisado que una vez se vencieran esos seis malditos meses, estaría de nuevo despedido.

-Peter, alguien desea verte. Casi me ha obligado a venir a decirte que te busca, dice llamarse Rocío Igarzábal-

-Hazla pasar ahora- ordenó Peter, rogaba por todos los santos que no viera a Lali, Nicolás les había dejado muy en claro que ni Euge ni Rochi debían saber aún nada de su casamiento.

Rochi entró y se paró frente a su escritorio, fusilándolo con la mirada.

-Sé que sabes dónde está mi amiga, dímelo ahora mismo- exigió

-¿Cómo has llegado acá y qué te hace creer que yo lo sé?-

-Riera me dio tu dirección y es muy obvio, al menos para mí y Euge, que tú debes saber su ubicación-

Mataría a Nico, ¿cómo era posible que fuera tan chismoso en un tema tan delicado?

-Si mal no recuerdas, Lali y yo no nos vemos por más de dos meses, y ella me odia, cabe destacar. ¿Entonces por qué se molestaría en decirme dónde se encuentra?- preguntó Peter intentando mostrarse sereno y confiado en sí mismo

-Por favor, anda engaña a otra, yo sé que tú sabes dónde está ella, mas bien, sospecho que ella está acá- dijo Rochi parándose y caminando hacia la puerta.

Peter la siguió casi corriendo, esa chica estaba loca.

-¡LALI! MALDITA SEA, LALI, APARECE- gritó Rochi saliendo del despacho y dirigiéndose hacia las escaleras que conducían al segundo piso

-Rochi, ¿puedes callarte?- pidió Peter cuando la sujetó y detuvo su andanza

-LALI ESTÁ ACÁ, ¿CIERTO?-

-¿Qué son todos esos gritos?- preguntó Julia apareciéndose con los brazos en jarras

Peter soltó una palabrota, maldita sea la hora en que se le ocurrió contratar a la antigua ama de llaves de su familia, había olvidado lo entrometida que era.

-¿Usted sabe dónde está Lali? Mariana Espósito se llama, pero le decimos Lali- preguntó Rochi desesperada intentando soltarse de Peter con ningún éxito

-Julia, por favor, vuelva a hacer sus deberes- ordenó Peter aún más desesperado

-Conozco a una Mariana, también le llaman Lali...-

-¿Si? ¿Dónde?- interrumpió Rochi aún intentando soltarse del agarre de Peter

-Déjame terminar- la regañó Julia- Es Mariana Lanzani, la esposa del señor Peter-

Rochi dejó de forcejear y miró a Peter totalmente asombrada, había palidecido.

-¿Has desposado a Lali? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo?- atacó Rochi con preguntas en susurros

-Vamos a mi despacho para hablar más tranquilos- Peter la condujo hacia su despacho y la hizo sentarse- Se suponía que esto no lo debía saber aún ni tú ni nadie. Sólo lo sabemos el personal de servicio, Nicolás, Lali y yo-

-¿Por qué mantenerlo en secreto? ¡Yo sabía, se amaban! Era demasiado obvio para... ¿No se supone que estabas preso?-

Peter suspiró y le contó absolutamente todo, incluido sus problemas con Lali, ella la conocía desde hace mucho más tiempo y suponía que podría entenderla más que él, aunque eso le fastidiara.

-Es muy obvio, ¿no lo ves?- preguntó Rochi ladeando la cabeza

-Tal parece que no, todo lo que es obvio no lo puedo ver cuando se trata de Mariana- se lamentó Peter

-Dime algo, ¿tú quieres a Lali? Porque puedo entender que tenías razones para casarte con ella, no irías a prisión y eso puede ser motivo suficiente, pero por lo poco que te conozco sé que no te hubieras hecho mucho problema en pagar tu condena si sabías que era el precio para salvar la vida de Alai y haber finalmente vengado la muerte de dos seres queridos, ¿entonces por qué aceptar la propuesta de Nicolás?-

-Él me dijo que creía que Nina podía estar viva-

-Pero tú no crees para nada aquella hipótesis- le recordó Rochi

Peter negó.

-Entonces, ¿por qué accediste a esta barbarie?-

-Porque en realidad quería casarme con ella, digo, nunca lo pensé, pero una vez que se dio la oportunidad y lo medité me di cuenta que quería hacerlo, quería estar con Lali-

-¿La amas?-

-No sé- se sinceró Peter pasándose una mano por el cabello

-¿Estarías dispuesto a intentarlo, hacer que su matrimonio sea uno verdadero y no tener que separarse en unos cuantos meses?-

-Eso intento, pero ella no quiere. ¡Hoy mismo me dijo que me odia! ¿Qué puedo hacer con eso? Me quita todas las ganas de querer luchar por este matrimonio-

-Lali es un poco terca, como te habrás dado cuenta- dijo Rochi riéndose- Y está entercada en que tú no la quieres, y es a eso a lo que le tiene miedo, a enamorarse de ti cuando está segura que tú sólo la vez como una carga por seis meses. Tampoco puedes irle de frente y decirle que la quieres, eso sólo lograría que ella no te crea, tienes que hacer que Lali misma se dé cuenta de eso-

-Yo no he dicho que la quiero-

-No hace falta. Y si quieres un buen incentivo, si no te quisiera entonces no se habría portado como se portó en lo referente a Nina-

-Nina es un problema más, yo aún amo a Nina y puede que también me cueste darme a la idea de que estoy casado con otra persona, pero Lali la ve como su rival. Es imposible competir con alguien que ya murió, que está fuera de la competencia-

-Puede que Lali en muchas cosas también tenga razón, tienes demasiado presente a Nina, y eso a ella le debe doler-

-Trato, pero Nina siempre está conmigo, a mi me encanta estar casado con Lali, pero Nina....-

-Estás intentando decir que si pudieras elegir, preferirías estar casado con Nina que con Lali, ¿y luego dices que no existe tal competencia y que no entiendes por qué Lali la ve como su rival?- le interrumpió Rochi

-¿Para eso llamas a mi amiga, Lanzani? ¿Para contarle lo mucho que desearías reemplazarme por Nina? Es increíble...- susurró Lali con una mueca que evidenciaba su dolor antes de irse corriendo

-Maldita sea- murmuró Peter levantándose de su asiento

-Lo siento mucho- se disculpó Rochi- Iré a hablar con ella-

-No, iré yo- decidió Peter- Se ve que no salgo de un problema con Lali para entrar en otro-