Dulce Venganza: Cap 86

VOLVIIII!!! Dedicado a @cande_petti @mikamilone y @manutobalina. Espero les guste y no se olviden de firmar, que mañana volvemos con más :) Besos a todos y cada una de ustedes, las adoro y gracias por dedicarse el tiempo a leer y soportar a esta abandonadora que se cuelga tanto con la nove (osea yo). Ya superamos más de las 59000 visitas del blog, seguimos creciendo ;) Pueden hacerse miembros de la pagina teniendo cuenta en google o twitter. ¡Hasta mañana!

Cuando Lali cerró la puerta tras de sí, Peter echó la cabeza hacia atrás.

Era el hombre más desafortunado del mundo, un minuto lo tenía todo y al siguiente nada.

¿Pero cómo obligar a Lali a estar con alguien que no amara?

Seguía choqueado por el reciente aparecimiento de Nina, lo único que lo salvaba de la locura era pensar que al fin del día estaría su Lali esperándolo, conteniéndolo, amándolo... ¿Amándolo? Sí, realmente había empezado a concebir la esperanza de que eso sucediera.

Esperanzas que ahora la misma Lali había pisoteado con sus palabras salpicadas de veneno, y resulta que a Lali le importaba más Pablo que él.

Peter golpeó su escritorio con su puño, Lali seguía siendo la misma frívola egoísta de siempre.

No había otra manera de describirla, ¡¿qué persona haría y diría esas cosas con los recientes acontecimiento que había sufrido?!

Al parecer su querida esposa sí, pensó con ironía.

-¿Señor Lanzani?

Peter torció el gesto al escuchar la voz de su ama de llaves detrás de la puerta, lo último que necesitaba era a Julia y su intromisión.

-¿Qué sucede Julia?- preguntó Peter dándole a entender que entrara

-El señor Pablo Martínez está en el vestíbulo, dice que está esperando para irse con la señora Lanzani- soltó Julia con rapidez entrecruzando los dedos- Pensé que lo mejor era avisarle a usted antes que a la señora-

-Dígale a Pablo que Mariana desiste de un paseo con él, que lo lamenta mucho pero cambió de idea- ordenó Peter

Julia asintió y se volvió para irse

-Julia- la llamó Peter antes que se fuera, ella se detuvo y lo miró- Por favor, que Pablo se retire antes que la señora Mariana se de por enterada de que estuvo acá-

Julia asintió y se fue definitivamente de la oficina de Peter.


Rochi se calzó sus deportivas casi con violencia, se sentía abandonada, ¿cuándo había sido que ella y sus únicas dos mejores amigas se habían distanciado tanto? ¡Por culpa de hombres!

Sólo pensarlo le daban ganas de vomitar, la estúpida Lali estaba embobada con Peter, su ahora esposo, por conveniencia, ¡qué oportuno!, pensó Rochi con ironía.

Y luego Euge que amaba hacerse de rogar con Nico, haciéndose la sufrida y superada cuando con sólo verlo toda ella se derretía ante él.

¡Y luego ella misma!, pensó Rochi apretando con fuerza los dientes, perdiendo todo su tiempo en la ilusión de un príncipe azul que no era más que un patético arrogante.

Desde Gastón no volvería nunca más a confiar en los hombres, y haría lo que hiciese falta para que Euge y Lali se dieran cuenta que ellos no valían realmente la pena.


Lali se encerró en el baño por segunda vez consecutiva, se sentó en un rincón y abrazando sus piernas se dispuso a liberar sus lágrimas en silencio.

Lo que le había dicho Peter era lo más cruel que alguien le hubiera dicho en toda su vida, tan sólo recordarlo la rompía en pedazos.

"Me parece perfecto. Cuenta conmigo, ahora si no te molesta, ya te puedes ir", las palabras de Peter resonaban en su mente una y otra vez, Lali apretó con fuerza su mano contra su boca para silenciar un gemido de dolor.

Tenía que ser fuerte, al menos por ahora, Pablo la vendría a recoger en poco, tenía que estar presentable, ya luego lloraría lo que tuviera que llorar en la compañía de su mejor amigo por un hombre que amaba y la despachaba casi con alegría de su vida.

Se miró en el espejo, y se deprimió aún más, presentaba una imagen definitivamente lamentable, ni todo el maquillaje del mundo borraría esas indudables huellas de que había llorado hasta hartarse.

Quince minutos más tarde bajó corriendo las escaleras, Pablo debería llegar en poco, o de seguro ya había llegado.

-Señora Julia, ¿sabe si Pablo ya llegó?- preguntó Lali divisando al ama de llaves entrando a la sala con nerviosismo

-¿Pablo?- preguntó Julia frunciendo el ceño levemente

-Alto, pelo oscuro, ojos claros, se apellida Martínez. ¿No ha venido nadie preguntando por mí?- preguntó Lali extrañada, Pablo era muy puntual y le dijo que estaría en poco en su casa, algo debía haber pasado.

-Pablo Martínez- murmuró Julia con evidente nerviosismo

-¿Dónde está Pablo, Julia?- preguntó Lali tuteándola, había algo raro en todo aquello

-Eh...- dudó Julia entrecruzando los dedos continuamente

-Señora Julia- insistió Lali

-Le avisé al señorito Peter que venía un tal Pablo Martínez en búsqueda de usted- confesó Julia agachando ligeramente la cabeza, sin atreverse a mirarla a los ojos

-¿Y que te dijo Peter?- preguntó Lali sospechando

-Me ordenó que le dijera al señor Pablo Martínez que usted había desistido y ya no deseaba un paseo con él y que la disculpara por su súbito cambio de opinión-

-¡¿Qué ordenó qué?!- exclamó Lali levantado la voz una octava

Instintivamente Lali se dirigió hacia la oficina de Peter echa una furia.