Dulce Venganza: Cap 89

Les subo el capi de hoy!! Esta vez vengo recomendándoles un blog que recién va a comenzar una nueva nove, se llama "Sueños por cumplir", personalmente me gustó mucho la sinopsis, y también hay otras noves ya acabadas. El blog es: tusnovelalitter.blogspot.com y el twitter de quién sube la noves es @NoveTA. También les recomiendo casijuegosca.blogspot.com, que comenzó su primera nove no hace mucho. Y bueno, basta de cháchara, les traigo el capitulo de la noche. Besos. Capítulo Laliter, descuiden, ya no capítulos enteros Niceuge por ahora jajaja las quiero.

Lali puso el banquito justo en frente de la estantería que se levantaba imponente repleta de libros y se subió en él.

Falto ponerse en puntitas de pie para que pudiera ver la fila de libros que quería, buscaba uno en específico, y le demoró buen rato poder ubicarlo.

Romero y Julieta de William Shakespeare, nunca lo había leído, pero Rochi siempre le había hablando de aquel libro, de hecho se paso toda una temporada viendo la película una y otra vez acompañada de un pote de helado, necesitaba distraerse y por eso lo había buscado.

Era un milagro que justamente estuviera ese libro en la estantería de la casa, ella no leía mucho, así que suponía debía de ser de Peter...o Nina. Lali negó con la cabeza, no quería pensar en eso, justamente por eso había buscado el libro, para distraerse.

Y coincidentemente buscas uno de amor, ¿cierto?, pensó reprochándose a sí misma

Bajó del banquito y se sentó en él para hojear el libro.

-Con un triste final, sí este es el indicado- dijo en voz alta hilando sus palabras con sus pensamientos- Un pote de helado, como Rochi, y estaré perfecta-

Se volvió y vio a Peter de brazos cruzados apoyado contra el marco de la puerta y una sonrisa en los labios. Su corazón empezó a bombear tan rápido que parecía casi exagerado y se sentía en las nubes viendo a Peter tan hermoso sonriéndole, con ese pelo suyo siempre revuelto, sus ojos hipnotizantes, ese lunar sexy en la mejilla y su sonrisa arrebatadora.

-¿Ahora hablas sola?- preguntó Peter con una sonrisa pícara

-De vez en cuando- murmuró Lali enfadada por su reacción ante la presencia de él y sus pensamientos nada inocentes

-Ha sido un día muy malo- comentó Peter tornándose serio

-Supongo que tendré que acostumbrarme a partir de ahora, todo sea por Nina, ¿no?-

-Por Dios, Lali- dijo Peter dando un paso hacia ella- ¿En serio crees razonable que volvería, o siquiera seguiría amando, a una persona que miente de tamaña magnitud? No podría ser capaz de sentir algo, aunque quisiera, por una persona tan cruel- susurró Peter tomando la mano de Lali y apoyándola sobre su pecho a la altura dónde ha de encontrarse su corazón- Cree en mí-

-¿Y si Diana está viva?-

-Lo dudo- respondió Peter negando con la cabeza

-Lo mismo dijiste de Nina- le recordó Lali apartando su mano del pecho de Peter, no por repugnancia, todo lo contrario, si lo tocaba un rato más estaría perdida

Peter recibió ese comentario como una puñalada, Lali lo podía percibir, había sido cruel su comentario.

-Lo siento- pidió Lali arrepentida

-No, tienes razón- dijo Peter pasando los dedos por el cabello de Lali- Y si esta viva entonces será una gran alegría, la criaremos juntos, dudo que Nina siquiera sienta algo por ella, o por nadie-

-Peter, tu aún no sabes cómo fue que Nina salió viva. Si le dieras la oportunidad de que te explique y ella resulta ser la víctima y no la victimaria, te apuesto que no dirías lo mismo que...-

-Ella volvió por mi dinero, Lali, hablamos y se delató sola. Pensaba que volvería como la hija pródiga y tendría todo lo que se le antojara, pero llegó demasiado tarde como para caer en su juego, ahora te tengo a ti-

Eso la emocionó, reprimió una sonrisa embobada de típica adolescente con mucho esfuerzo. Peter era todo un tierno cuando quería.

-¿Entonces no nos divorciaremos?- preguntó Lali permitiéndose concebir un primer rayo de esperanza

-Eso dímelo tú- respondió Peter pasando un brazo por su cintura y acercándola más a él

Estaba echando la pelota en su campo.

-Aún nos queda la luna de miel, ¿no?- susurró Lali pasándole los brazos por el cuello.

Su respuesta no era un sí, pero tampoco un no. No quería tomar una decisión hasta saber claramente los sentimientos de Peter, hasta que él se abriera a ella y ella a él. Cuánto deseaba decirle que lo amaba como a nadie, lo amaba como nunca creyó amarlo, que lo amaba desde antes de saberlo.

-¿Podemos darle un pequeño adelanto a la luna de miel?- preguntó Peter sonriendo y capturando sus labios con un beso que de inocente no tenía nada

Los dedos de Peter le recorrieron la espalda sensualmente y con los labios le recorría de la base del cuello hasta el hombro.

Era la mujer de Peter Lanzani, eso era, y amaba serlo.

-Te deseo- susurró Peter en su oído acercando aún más su cadera a él para que sintiera la verdad de sus palabras

Lali se sorprendió, Peter realmente estaba muy excitado.

-Supongo que tenemos que hacer algo con eso- dijo Lali como pudo, debido a que su respiración estaba de repente muy agitada

-Te deseo y te extraño mucho- prosiguió Peter seduciéndola- Desnúdame para mí, Lali-

Clavo la mirada en los ojos verdes de su marido y con manos temblorosas desabotonó uno por uno los botones de los ojales de su camisa, su mirada fue a parar al torso desnudo de Peter cubierto con una ligera mata de pelo.

Era tan hermoso, y todo para ella, pensó Lali con una sonrisa en los labios.

-¿Qué te hace tanta gracia?- preguntó Peter con amabilidad

Lali levantó la mirada hacia él, y pudo observar sus ojos oscurecidos por el deseo, su cuerpo se estremeció ante la mirada de Peter.

-Eres hermoso- señaló Lali con cierto enrojecimiento

-¿Ah sí?- preguntó Peter inocentemente

-Y todo mío- prosiguió Lali sonrojándose

Peter sonrió y no dijo nada, sus ojos hablaban por él, junto con el resto de su cuerpo.

Lali observó su erección, era muy grande, a decir verdad.

-¿Te ocuparás de mi pequeño problema?-

La voz de Peter la sacó de sus pensamientos lujuriosos.

-Tiene de todo menos pequeño- soltó Lali sin pensar, y al darse cuenta se sonrojó aún más

Peter soltó una risa rebosante de alegría.

-Pues eso significa que necesito su ayuda urgentemente, ¿no le parece, señora Lanzani?-

-Estoy totalmente de acuerdo, señor Lanzani, me sentiría culpable si no le tendiera una mano amistosa para ayudarlo-

-Espero que no tan amistosa- gruñó Peter soltando un gemido