Dulce Venganza: Cap 80

Dedicado a @manutobalina. Chicas comenzamos la maratón en una hora y media, ¿les parece? Ahorita les dejo capítulo y en un rato otro más y luego que vuelva de almorzar la seguimos de corrido. Aún faltan varios capítulos pero si la seguimos de corrido en la tarde la podemos terminar, pasa que ya entramos en la recta final. Que tengan un hermoso sábado cada una de ustedes, gracias por bancar la nove y las ya mas de 52 mil visitas ♥

Rochi quería salir corriendo de ahí, acababa de ver como Gastón besaba el cuello de una mujerzuela y luego de haberla visto se había parada para dirigirse hacia ella.

En pocos segundos lo tendría frente a sí, Rochi maldijo entre dientes cuando sintió que las piernas le estaban flaqueando. Odiaba que Gastón pudiera provocar esas reacciones en ella.

-Mi dulce Rocío, me parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que te vi- dijo Gastón suspirando y tomando la mano de ésta para dirigirla hacia sus labios- Tu perfume me embriaga los sentidos totalmente-

Rochi puso los ojos en blanco, Gastón siempre usaba la táctica del romántico cuando quería jugar con ella por un par de horas para luego despacharla, pero ahora ya no sería así. Ella no lo permitiría.

-Estoy buscando a Pablo- dijo Rochi siendo cortante y mirando a su alrededor, como si él no estuviera parado frente a ella

-¿Sólo a eso viniste?-

Rochi percibió decepción en la voz de Gastón, pero siguió mirando por todos lados, ignorándolo a consciencia.

-Por supuesto, no tendría ninguna otra razón para pisar tu casa, Gastón-

-Quédate un rato- pidió Gastón rozando con sus labios los dedos de Rochi

-No, y suéltame- ordenó Rochi apartando con brusquedad su mano- Entonces, ¿viste o no a Pablo?-

-¿Qué pasa con él? ¿Te gusta? ¿Estás enamorada de él o qué?-

-Sí, me gusta, estoy enamoradísima de él. ¿Algún problema?- preguntó Rochi echando chispas por los ojos y alejándose de Gastón.


El mundo conspiraba a su favor, pensó Nina mientras aparecía en su rostro una sonrisa de suficiencia.

Había sido pura suerte que se encontrara con Pablo, originalmente pensaba emborrachar a Gastón e intentar sonsacarle alguna información sobre Lali, y con mucha suerte sobre Peter, sabía que Gastón había conocido a Peter. Pero por cosas del destino se le había sido encontrado Pablo en bandeja de plata, un par de mentiras le bastaron para sacarle la información que más necesitaba, pensó mirando la hoja con la dirección de Peter Lanzani.

Planeaba recuperar a su marido, era la única manera de hacerse con la fortuna que él había heredado de los Espósito. El divorcio no era una opción, aunque le diera la mitad de todos sus bienes, sabía que en pocos años, o incluso meses, terminaría sin ningún centavo. Su frenesí de gastar el dinero la dominaba por completo, y la única manera que nadie supiera de su enfermedad era no divorciándose de Peter.

Ella se encargaría de gastar el dinero y Peter de conseguirlo día a día, le parecía un plan maravilloso.

Se paró frente a la casa que compartía Peter con Mariana, un lugar muy apartado de la ciudad, rodeada de vegetación.

Había un jardín inmenso entre la entrada de la casa y las rejas que rodeaban sus condominios.

-¿Se le ofrece algo?- preguntó un hombre de aproximadamente treinta años

-¿Me podría decir si se encuentra Mariana Espósito?- preguntó Nina sonriendo a aquél hombre de cejas exageradamente pobladas

-¿Mariana Espósito? El nombre me parece conocido...-

-Mariana Lanzani, más conocida como Lali- le interrumpió Nina con impaciencia

-Habla de la señora Lanzani- dijo el hombre cayendo en cuenta- Si se encuentra aquí, ¿es una conocida suya?-

-No, lamentablemente sólo escuche hablar de ella, soy una vieja amiga de Juan Pedro. Por casualidad, ¿su esposo se encuentra aquí también?-

El hombre negó la cabeza

-Se fue hace unos treinta minutos. También quería hablar con él, supongo-

-Por ahora no, ¿puede llevarme con Lali?-

El hombre treintañero asintió y le pidió al hombre de seguridad que abriera las rejas para ellos.

-Comunícale a la señora Lanzani que tiene una invitada- pidió el treintañero al que se encargaba de la seguridad y luego volteó a mirarla a ella- ¿Su nombre?-

-Belén Chavanne- respondió Nina de inmediato

-Julia, comunícale a la señora Lanzani que la busca Belén Chavanne, vieja conocida del señor Lanzani- dijo el encargado de seguridad a través de un celular

Nina se puso tensa, no había pensado en la posibilidad que Julia también estuviera en esa casa, y de seguro, conociendo a Peter, habría varios empleados que la conocían.

Lo más probable era que Julia fuera quién la recibiera en la entrada de la casa, con mucha suerte no la reconocería.

Al fin y al cabo, la creía muerta, y ella se habían encargado arduamente de cambiar su apariencia física para que no la reconocieran con facilidad, pero para una mujer como Julia eso no bastaría.

Se puso sus lentes de sol y tragó saliva con nerviosismo.


-¿Señora Lanzani?- Julia apareció en la entrada en la entrada de la oficina de Peter

Lali se paró del asiento de Peter con sobresalto.

-Señora Julia, me asustó- dijo Lali con alivio y una mano en el pecho

-¿El señorito Peter sabe que está en su oficina?-

-No es asunto suyo- le recordó Lali

Julia frunció el ceño, por lo visto aún no le tenía mucha simpatía. Al menos era correspondido, porque ella no soportaba a la señora Julia metiendo sus narizotas dónde no le importaba.

-Viene a buscarla una vieja amiga del señorito Peter-

-¿A mí?- preguntó Lali extrañada

-Sí, su nombre es Belén Chavanne-