Dulce Venganza: Cap 71

Ya sé, soy la peor persona de este planeta tierra, lo siento mucho por desaparecerme!! Pero no fue porque yo quisiera, o algo así, sino que mi mamá se enojo conmigo, nada raro, un 18 de enero y puso bajo llave mi compu junto con un par de cosas más. En un mes me quitaría el castigo que terminó el lunes y cuando publique el cap anterior ya tenía el castigo pero mi mamá se olvidaba la llave y así pude sacar mi compu, pero luego siempre se la llevaba. Y en estas 4 semanas, las peores y más aburridas de toda mi vida, si entraba a la compu era en casa de una abuela o algo así y apenas 5 minutos. Hasta esta ultima semana que mi mamá se volvió a olvidar la llave, pude entrar, aunque no muy seguido. Y para no querer aburrirlas más con mi testamento, les juro que ya no me estaré desapareciendo así (y me portaré mejor con mi mamá).
PD: Veré para hacer una maratón la semana que viene :) @DaniiVasqueez: Hoy no podré subir más que este capitulo, pero mañana subiré 2 o 3 ;)

Era tan linda...Incluso estando dormida parecía un ángel, y uno que lo tenía completamente loco.
Clavó la mirada en los carnosos labios de Lali, y sin miramientos, rozó los labios de su esposa con los suyos.

-Buenos días- saludó Lali intentando reprimir un bostezo

-¿Cómo dormiste?- preguntó Peter sonriendo

-Dormí muy poco, pero valió la pena-

-Concuerdo contigo- confesó Peter- Lali, todo lo que dije ayer fue completamente cierto, y la sorpresa que te hice ayer lo volvería a hacer mil veces si así tú lo quisieras-

Lali sonrió y lo besó sin miedo, y eso a él le encantaba, que ella tuviera ese tipo de iniciativas le daba confianza a la posible idea de que lo quisiera al menos un poco.

Tocaron la puerta, Peter maldijo en su fuero interno, ¿quién osaba interrumpir aquél momento tan maravilloso que estaba compartiendo con su esposa?

-¿Si?- preguntó Lali revoleando los ojos cuando terminó el beso, con pesar

-Señora Lanzani, han venido un par de hombres en nombre de su tío, Nicolás Espósito, que quieren hablar con su esposo- avisó Julia

-Hazlos pasar a mi oficina, por favor- ordenó Peter pasándose una mano por la cara

-¿Ya te tienes que ir?- preguntó Lali haciendo una mueca

-Si quieres, me quedo aquí contigo y no bajo en todo el día- le propuso Peter con una sonrisa pícara

-Ya quisiera, pero tienes un deber que cumplir-

-Ellos pueden esperar...-

-Sigues así y en serio no te dejo ir a ningún lado- le previno Lali levantándose de la cama y cubriendo su cuerpo desnudo con una bata- Te espero para comer, puede que Rochi y Pablo siguen por acá, les diré que será mejor que se vayan, aunque tal vez Rochi ya se haya encargado de aquello, me dijo que haría eso la última vez que hablamos-

-¿Y en la noche?- preguntó Peter sentándose sin parar de sonreír

-También te estaré esperando...pero aquí. Confío en que la pasemos muy bien-

-¿Como ayer en la noche?-

-Mejor- respondió Lali riéndose- Será mejor que comiences a vestirte, los trabajadores de Nicolás te deben estar esperando para hablar de algo importante-

-Me pregunto qué será- comentó Peter con el ceño fruncido, que Nicolás enviara a hombres a su casa le parecía extraño

Apenas entró en su oficina, ambos hombres de terno se pararon.

-Señor Lanzani, venimos en nombre de Nicolás Espósito, estamos trabajando con el señor Espósito sobre un tema delicado que, nos dijo él, también debemos involucrarlo a usted. Sería de gran ayuda, la verdad- dijo uno de esos dos hombres

-¿De qué tema delicado se refieren?- preguntó Peter sentándose en su asiento e invitando a ambos hombres a imitarlo

-Somos los detectives Igancio Pérez Alzamendi y Luca Franchini, el señor Espósito no contrató para investigar la supuesta muerte de Nina Lanzani- dijo el que parecía ser Ignacio Pérez Alzamendi

-No existe un "supuestamente". Nina Lanzani falleció hace dos años por un accidente de tránsito seguido de la explosión del vehículo dónde se encontraba. Fin de la historia, no quiero que sigan investigando nada sobre ella, y si no les importaría, quiero que le digan eso mismo a Nicolás- pidió Peter manteniendo la calma

-Tenemos algunos reportes de que probablemente Nina Lanzani siga viva y que hace poco haya vuelto a Buenos Aires- informó Luca Franchini entregándole un portafolios.

Dentro del portafolio se encontraba una lista con los nombres de pasajeros de un avión aterrizado en Buenos Aires hace unos poco dónde no figuraba por ningún lado el nombre de su difunta esposa, y más documentos que Peter no se molestó en examinar.

-No pienso participar en esta tontería- se limitó a decir entregando el portafolio

-Entenderá que este es nuestro trabajo y necesitamos que al menos colaboré contándonos cómo era su matrimonio con Nina Lanzani-

-Y ustedes entenderán que estoy nuevamente casado, y una vez lo estuve de Nina, por lo que no voy a permitir que deshonren su memoria calificándola de mentirosa. Lo siento mucho, pero tendrán que retirarse de mi casa inmediatamente-

-Nicolás dijo que debía dar su parte en esta investigación- comentó Pérez Alzamendi con el ceño fruncido- Y espero que eso sea lo que haga-

-¿Y cómo está Nicolás tan seguro que aportaré algo a su estúpida investigación? Que dicho sea de paso, es en vano. Ya lo dije, Nina está muerta-

-A ver, señor, no le pedimos que participe activamente en la investigación ni nada parecido, menos el señor Espósito, lo único que necesitamos de usted es que nos cuente su relación con Nina Lanzani, no más- se explicó Luca Franchini

-¿Ustedes entienden que esto me podría traer problemas con mi actual esposa? Y no pienso correr el riesgo, esa es mi última palabra. Ahora, ¿se van por ustedes mismo o llamo a seguridad?- preguntó Peter con los ojos centellando de rabia mientras abría la puerta de su oficina

Luca Franchini y Pérez Alzamendi se levantaron de sus respectivos asientos y se dirigieron en fila india a la salida.

-Julia enséñeles a estos caballeros dónde se encuentra la salida- ordenó Peter apenas divisó a Julia bajando las escaleras, ésta dio una leve cabeceada en señal de asentimiento

-Nos veremos pronto, señor Juan Pedro- murmuró Pérez Alzamendi

-Lanzani para usted, y eso ya lo veremos- dijo Peter con los dientes apretados.

Esto podía cambiar muchas cosas con referencia a Lali, y sabía que Nicolás con suma facilidad lo podría obligar a participar en esa investigación, lo menos que quería era ocultarle cosas a Lali, pero si ella se enteraba de esa visita cuando su relación aún era un tanto inestable las cosas cambiarían para mal.

¿Y si Lali se enteraba de esta visita por terceras personas? Era una posibilidad, eso sí que los terminaría por distanciar totalmente. Había prometido cuidar de Lali, pero sabía que la lastimaría si le contaba que estaban investigando la muerte de Nina y que probablemente él tendría que participar en eso, justamente cuando Nina era un tema muy delicado para ella tanto como para él, y también la lastimaría si no le contaba la verdad.

Si tan sólo su relación no fuera tan inestable...


-¿Puede repetirme su nombre, por favor?- pidió el recepcionista

-Belén Chavanne- repitió revoleando los ojos, odiaba la gente incompetente

-Sí, tiene una reservación en...- el jovencito entrecerró los ojos acercando su cara lo más que pudo a la pantalla de la computadora- Habitación 542-

-Gracias, ¿hay algún botones que me ayude a llevar mi equipaje a la habitación?-

-Pues, verá....el presupuesto que manejamos es mínimo y no nos podemos dar tantos lujos- respondió el recepcionista poniéndose colorado por la confesión

-Como sea, ¿dónde está la habitación 542?-

-Primera puerta a la izquierda, segundo piso-

Mataré a Mery, pensó mientras llevaba su equipaje a la habitación que le indicaron.

Le había encontrado el peor lugar para hospedarse, aunque tal vez debía darle méritos, así era muchísimo más fácil que pasaran inadvertida la pronta presencia de una niña con ella.

Volver a Buenos Aires le traía muchos recuerdos, recuerdos que había mantenido bajo siete llave por muchísimo tiempo.

Entró a la habitación y se encontró con una cama de una plaza mal tendida y cerca de ella una ventana con las cortinas corridas y descoloridas. La vista dejaba mucho que desear, la ventana estaba al frente de una pared sin pintar y con los ladrillos sumamente viejos. A ese paso, lo último que quería era dar una visita al baño.

Mery se había enterado que Riera estaba de viaje por haberse ido en busca de Eugenia, dos menos por quiénes preocuparse, y que la niña estaba al cuidado de una tercera persona, lo que facilitaría las cosas. No podía perder tiempo, Mery también sabía que Mariana y Juan Pedro podrían encargarse de Alai en lo que duraba el viaje de su papá, y tenía que hacerse con la niña antes de que llegara a manos de Lali y Peter.

Pero, tal vez, si le daba el tiempo suficiente para hacer pasar un mal rato a Peter, su ingenuo Peter, pensó riéndose.

El muy pobre nunca se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor, por eso ella había tenido que hacer lo que había hecho.

Su celular sonó como aviso de una nueva llamada entrante sacándola de sus ensoñaciones.

-¿Si?- preguntó apenas contestó

-¿Nina? Soy yo, ya llegaste, ¿no?-