Dulce Venganza: Cap 72

Holaaaaaaaa!! Sí, ya no me desapareceré :D Les dejo capitulo y de paso les digo que la semana que viene hay maratón ;) No se olviden de firmar! Si les gusta pueden recomendar y también les ponía otra cosa que ya no recuerdo jajajaja. Que pasen un buen finde que ya se acerca y mañana nos vemos ;)

-Vamos Peter, ¿qué es lo peor que puede suceder?- preguntó Nicolás al otro lado de la línea

-¿Lo peor?- repitió Peter incrédulo- Lo peor es que deshonre de tamaña manera la memoria de Nina, además dudo mucho que a su sobrina le guste la idea de que participe en investigaciones sobre si murió o no-

-No creo que a Lali le importe-

Oh, ya creo que sí, pensó Peter

-A parte no tendría por qué enterarse, no te pido gran cosa, sólo que le cuentes a los detectives cómo era tu relación con tu anterior esposa- agregó Nicolás

-¿Por qué está tan interesado en saber si Nina murió o no? En el caso hipotético que ella siguiera viva, por algo no regresó, ¿no le parece? Y ya pasaron dos años, buen tiempo para acostumbrarse a su falta de presencia-

-Peter, ¿ya te olvidaste de Nina?-

La preocupación de Nicolás ante ese hecho era totalmente palpable por el tono de voz empleado.

-Señor Espósito, si no lo recuerda estoy casado con Lali, soy completamente fiel a mi compromiso hasta el día del divorcio-

-Por favor Juan Pedro, ¿a quién quieres engañar? Lo tuyo con mi sobrina es una mentira, si tú mal no recuerdas, están casados porque yo les daré algo a cambio, y en seis meses probablemente no se vuelvan a ver nunca más-

-No puede decir que mi matrimonio es una mentira cuando usted no forma parte de él- dijo Peter con el ceño fruncido, tenía unas ganas terribles de cortar la llamada

-¿Y qué me vas a decir? ¿Qué se aman y no se divorciarán?- preguntó Nicolás burlón, y luego se aclaró la garganta para proseguir con voz ruda- Y si ese fuera el caso, todo terminaría muy mal, y lo sabes. Por no cumplir tu acuerdo de divorciarte de mi sobrina te enviaría a la cárcel. ¿En serio crees que yo permitiría que Lali se involucre sentimentalmente con un estafador que casi nos deja en bancarrota?-

-Pues se ve que no hace bien su trabajo, ya estoy casado con ella-

-No por mucho tiempo, te diré algo, Lanzani. Si Nina estuviera viva, tal vez Diana también lo podría estar. Creo que tu hija, un poco al menos, te debe seguir importando. Si no lo haces por Nina, hazlo por Diana, apoya a los detectives-

-Usted me ordenó que cuidara de Lali, a ella no le gustará nada que su esposo esté investigando si sigue viva su anterior esposa. Le dolerá-

-¿Desde cuándo a Lali le importa algo a parte de ella misma? No seas tonto, Lanzani, no te dejes engañar tan fácilmente, sólo porque vivan juntos y estén casados por un corto tiempo no significa que le importes a Lali. Y con lo respecto a la investigación no hay discusión, no te pido mucho, sólo habla con los detectives sobre tu relación con Nina, luego ya no volverás a saber más de dicha investigación. Excepto, claro, si tenemos avances muy grandes como saber su ubicación-

-Bien- se limitó a decir Peter hirviendo de cólera, odiaba ser manipulado, ni siquiera para casarse fue manipulado. Lo hizo porque quiso, ir a la cárcel no suponía gran problema para él, pero ahora era diferente, estaba en juego los sentimientos de Lali.

-Los detectives vendrán mañana a primera hora, espero que ellos me den buenas noticias sobre ti- dijo Nicolás Espósito antes de colgar.

Peter agarró lo que tuvo más cerca y lo tiró contra la pared, lamentablemente el objeto era de vidrio y se estrelló contra la pared partiéndose en mil pedazos y produciendo un sonido estruendoso.

-¿Señor Lanzani, se encuentra bien?- era la voz de Julia, un par de segundos después, procedente desde el otro lado de la puerta

-Nada, no pasa nada- respondió Peter abriendo la puerta de golpe y dirigiéndose a la cochera- Saldré, no me espere-

-¿A dónde va, señorito Peter?- preguntó Julia siguiéndolo por atrás y moviéndose lo más rápido que podía con esas piernas pequeñas y regordetas

-No lo sé- se limitó a responder Peter entrando a su auto


-Me parece que el señorito Peter tiene muchos problemas- se lamentó Julia

-Con todas las cosas que le pasó desde tan pequeño, ¿quién no?- dijo Jásper regando las flores

-Si tan sólo la señora Nina estuviera aquí...- suspiró Julia mirando el cielo

-¡Basta, Julia! No diga cosas así nunca más, Nina no era lo que aparentaba-

-Puede ser, pero al menos sabía cómo calmar al señorito Peter, y eso para mí, valía oro-

-Ojalá las otras atrocidades que hacía también hubieran valido oro, ¿no?- preguntó Jásper irónico

-A mí lo único que me importa es que el señorito esté bien y tranquilo, y parece que la señora Mariana no puede lograrlo tan bien como la señora Nina-

-¡Julia! Cómo siga diciendo tremendas barbaridades me dará un ataque al corazón, tal parece que para usted dos años son suficiente para modificar sus recuerdos, ¿cierto? ¿Recuerda los últimos meses que Nina estuvo entre nosotros? No hacía más que producirle  fuertes dolores de cabeza al señor Lanzani-

-Es una posibilidad, pero usted también recuerde que los últimos meses de vida Nina estaba embarazada-

Lali se detuvo y miró fijamente a Julia, ¡¿qué Nina qué?! Había estado paseando tranquilamente por el jardín cuando los divisó y se dirigió hacia ellos, pero pocos pasos antes de alcanzarlos escuchó lo que dijo Julia, dejándola paralizada.

-¡Señora Lanzani!- exclamó Jásper sorprendido y totalmente pálido

Julia se volteó instintivamente y al verla puso los ojos como platos.

-¿Hace cuánto que está aquí?- logró articular Julia con sumo esfuerzo debido a la sorpresa

-Recién acabo de llegar. Dicen que Nina estuvo embarazada cuando murió. ¿Peter lo sabía?-

-Señora Lanzani...me parece que...- Jásper negó con la cabeza

-He dicho si Peter lo sabía- recalcó Lali con firmeza

-Si- susurró Jásper cabizbajo

-Muy bien, gracias por decírmelo señor Jásper, le debo una- dijo Lali


A la hora de almuerzo Peter no apareció, habían quedado en que almorzarían juntos, pasaron las horas y Lali se vio obligada a comer sola. Podría haber ido a su oficina, ¿pero si Peter se había enojado con ella por haber descubierto algo tan importante sobre Nina?

-Señora Julia, ¿sabe dónde se encuentra mi esposo?- preguntó Lali cuando ella pasó por el comedor

-Salió-

-¿A dónde?-

-No lo dijo-

-¿Sabe si estaba enojado?-

-Sí que lo parecía- admitió Julia, pero al ver la mueca de Lali, agregó- Oh, no se preocupe, fue antes de...- y calló al sonrojarse visiblemente

Lali asintió.


Había oscurecido hace mucho y Peter no se dignaba a aparecer, Lali se sirvió una taza de café bien cargado mientras paseaba por su habitación de un lado para otro.

Ahora la preocupación estaba dando paso al enojo, si Peter creía que podía desaparecerse así de la nada sin avisar a dónde iba estaba muy equivocado.


El sonido de algo chocando contra la cama seguida de una maldición la despertaron súbitamente. Se incorporó y se fijó que se había quedado dormida con la ropa de calle puesta y sin siquiera abrigarse, luego recordó el por qué al ver a un hombre musculoso de más de metro ochenta soltar maldiciones sin parar mientras se desvestía.

-¿A dónde fuiste?- preguntó Lali en un susurro, le dolía que Peter hubiera faltado a su promesa de almorzar juntos y pasar otra noche inolvidable

-Necesitaba despejarme un poco, sólo eso- respondió también en un susurro

-A mí me parece que fue más que un poco, ni siquiera estuviste a la hora de almuerzo y de seguro falta poco para el amanecer-

-Lo siento, no volverá a ocurrir- prometió Peter con voz cansina

-Eso espero, pero más me interesa saber dónde estuviste y por qué-

-Fui a pasear con el auto-

-¿Por qué?-

-Para despejarme-

Peter parecía demasiado distante.

-¿Qué pasó con el Peter de la mañana?- se animó Lali a preguntar

Él la miro un largo rato y luego fue hacia ella para darle un beso que la dejó sin respiración.

-Sigue acá- respondió Peter agitado sosteniendo el rostro de ella con ambas manos y apoyando su frente con la de ella- Perdóname por haberte tratado así, no fue un día para nada fácil, igual esa no es excusa, no volverá a suceder-

-No importa, te entiendo-

-¿Rochi y Pablo siguen acá?-

-Se fueron sin ni siquiera darnos cuenta-

-Pues me alegro mucho, así tendremos más tiempo para nosotros solos- admitió Peter con una media sonrisa

-¿Se te ocurren algunas ideas para matar el rato?-

-Unas cuantas...- respondió Peter adueñándose por segunda vez consecutiva de los carnosos labios de su mujer.

 Podría tener infinidades de problemas, pero Lali siempre era su refugio, o al menos ahora sí lo era.