sábado, 30 de marzo de 2013

Dulce Venganza: Cap 76

Comenzamos la maratón!! Firmen y subo el siguiente :)


-Un gusto que nos vuelva a recibir en su hogar, señor Lanzani- dijo Ignacio Pérez Alzamendi, apenas entró a su oficina, sonriéndole burlón, haciéndole recordar cómo los echó de su casa la última vez que se vieron

-Buenas tardes- saludó Luca Franchini siendo más cordial

-Lamento decir que para mí no es un gusto en absoluto- dijo Peter sonriendo descaradamente a Ignacio

-Nosotros sólo estamos haciendo nuestro trabajo, entiéndanos- pidió Luca

-Pueden sentarse- ofreció Peter haciendo oídos sordos a los dicho por Luca Franchini

Ambos hombres de traje se sentaron sincronizadamente en sus respectivos asientos.

-Los últimos informes que pudimos obtener nos indican que Nina Lan...- comenzó Luca revisando su portafolio

-Ahórrese, no me interesa escuchar disparates. Vayamos al grano, ¿qué es lo que quieren saber?- interrumpió Peter bruscamente

-Me gustan las cosas rápidas- indicó Ignacio sacando una libreta junto con un bolígrafo y empezando a escribir en ella

-Díganos, señor Lanzani, ¿podría hacernos un resumen rápido sobre el carácter de Nina Lanzani?-

Peter entrecerró los ojos sin dejar salir palabra alguna de su boca.

Se hizo un silencio absoluto interrumpido por leves ruidos que se producían al otro lado de la casa, de seguro provocados por la señora Julia o las personas encargadas del mantenimiento de la casa o Lali.

Lali, cómo deseaba estar con ella en ese preciso momento, sentir su cuerpo sobre el de ella, dentro de ella, amarla, abrazarla...

-¿Señor Lanzani, se apresurará a respondernos las preguntas o se tomará su tiempo para responder?- preguntó Ignacio con evidente impaciencia sacándolo de sus pensamiento lujuriosas con respecto a su esposa.

Peter se aclaró la garganta intentando recordar cuál era la pregunta que le habían hecho sobre Nina, pero los recuerdos sobre Lali lo asaltaban volviendo a ocupar todos sus pensamientos.

-Discúlpenme, ¿cuál fue la pregunta?-

-¿Cómo, según su parecer, era el carácter de su entonces esposa, Nina?- preguntó Ignacio lentamente, como si le hablara a alguien con discapacidad mental

-Muy sumisa, dócil, era muy extraño verla enojada, desde que la conocí muy pocas veces la vi enojarse-

-¿Recuerda qué cosas provocaban su enojo?-

-Muy pocas- respondió Peter mirando como Ignacio y Luca apuntaban todo lo que él decía y lo miraban inquisitivos- Tengo un recuerdo de la primera vez que la vi enojarse-

-Pues adelante- lo animó Ignacio con el ceño fruncido debido a la concentración

-Fue unos días después del nacimiento de Diana, nuestra hija, en ese entonces yo tenía en mi poder una suma muy considerable de dinero, y en el trabajo me dieron una semana de descanso por el nacimiento de mi primera hija. Aquella semana, en ese tiempo, yo la consideré la mejor semana de toda mi vida, así que no quería que terminara tan pronto sólo porque yo tenía que cumplir mi deber con el trabajo- Peter se interrumpió un momento para intentar aclarar sus ideas y recordar mejor lo sucedido- Entonces decidí no ir otra semana al trabajo, Nina se enojó y escandalizo de sobremanera cuando le sugerí mi idea, alegando que no conseguiría otra cosa que un despido, y eso era lo último que tenía que suceder cuando recién había nacido nuestra hija. Yo le intenté decir que si me despedían, aún tenía dinero más que suficiente para sustentarnos, claro que negándonos un par de lujos innecesarios, por un buen par de años, y en ese lapso de tiempo era obvio que ya habría conseguido trabajo. Se ofendió muchísimo, me evitó por más de un mes, me parece-

-Pero estaban casados, ¿de qué manera lo evitó? ¿O dejaron de convivir?- esta vez fue Luca quien intervino

-Oh, créame que existen muchas maneras de que una mujer evite a su marido- dijo Peter sonriendo, Nina sí que lo había torturado mucho con eso en aquella época

-¿Nos puede decir el nombre de soltera de su esposa?-

-¿Aún no lo saben?- se sorprendió Peter- A este paso dudo siquiera que encuentre la tumba de Nina, es Giannina Inchausti-

-¿Sabe algo sobre su familia?- preguntó Ignacio

-Tuvo una madre soltera que se ocupó plenamente de ella hasta que Nina tuvo siete años, su madre murió por problemas del corazón, así que a partir de los ocho años se crió en una casa hogar hasta que tuvo la mayoría de edad para independizarse, poco después la conocí y nos casamos-

-¿Por qué casarse tan jóvenes?-

-Nos amábamos- dijo Peter encogiéndose de hombros- Tan simple como eso, yo quería pasar lo que me quedara de vida junto a ella, y lo habría hecho si no fuera que falleció-

-Muy bien, creo que eso fue todo por hoy, pero antes quiero hacerle una pregunta que nos reservamos para el final-

-¿Qué pregunta?-

-¿Sabe si Nina estaba emparentada con una mujer llamada Belén Chavanne? ¿Por casualidad habrá escuchado de ella?- preguntó Ignacio cerrando su libreta y guardándola en su maletín junto con el bolígrafo

-¿Belén Chavanne?- Peter frunció el ceño- Nunca escuche ese nombre, lo lamento, menos en boca de Nina. ¿Pero qué tiene que ver Belén Chavanne en su investigación?-

-No estamos autorizados de darle esta información- dijo Luca a modo de disculpa levantándose de su asiento, Peter y Ignacio lo imitaron- Fue un gusto que no haya brindado de su tiempo, cualquier notica que requiera de su atención no dude que nos pondremos en contacto con usted-

-Fue un placer- comentó Ignacio extendiéndole la mano

Peter le apretó la mano en señal de despedida a ambos caballeros y luego que ellos se fueran cerrando la puerta tras de sí, se dirigió a la zona dónde guardaba los licores en su oficina.

Ni un buen trago de whisky lo ayudaría a quitarse el dolor de cabeza.


María caminaba de un extremo a otro en la habitación, con los ojos echando chispas de la rabia.

-¡Intenta llamar otra vez! Si Belén no contesta, date por despedida- amenazó a su nueva e incompetente secretaría

-Lo siento, señorita Del Cerro, pero al parecer Belén tiene el celular apagado- murmuró la secretaria con miedo reflejado en los ojos

-¡¿No ves que eso no me importa?! Tú me contactas con Ni...Belén ahora mismo-

-No entra la llamada- volvió a decir la secretaria luego de varios minutos intentando fallidamente comunicarse con Belén Chavanne

Mery, en un arrebato de ira, le quitó con brusquedad el celular a la secretaría y decidió dejarle un mensaje de voz.

-Belén, mas te vale comunicarte conmigo lo antes posible- Mery miró a la secretaría y maldijo para sus adentros, no podría hablar con suma libertad mientras esa idiota estuviera parada ahí escuchando todo lo que decía- Nicolás ya sabe de ti-


1 comentario: