lunes, 19 de agosto de 2013

Dulce Venganza: Cap 92

Holaaa!! Volví :D iba a publicar antes pero las tareas no me dejaron. Comiencen con todo su semana, gracias por las más de 65 mil visitas ya, no lo puedo creer :O cómo crece esto!! Gracias a ustedes por leer, son lo más, y no lo digo por decir sino porque en verdad lo creo así. No se olviden de firmar, y cualquier consulta, duda, blablá mi tw es @InfiniteLali, si quieren que les avise por twitter sólo me avisan. Besos y buenas noches :D



Euge tamborileaba los dedos sin cesar sobre la mesa de la cocina de Nico mirando los agentes de policía que pasaban cada tanto al frente de ella, y ni qué decir de Nico, era todo un manojo de nervios.

Apenas la enfermera le contó lo sucedido a Nico, éste fue a la comisaria de inmediato, sin antes llamar a Peter, el cual no contestaba las llamadas, Euge le había dicho en su momento que ella podría llamar a Lali, pero Nico por alguna razón se negó rotundamente, no la dejaba participar en nada. No sabía si tratar de entender a Nico que la estuviera apartando de todo el proceso, o enojarse.

Por cada problema que surgía, Nico volvía a tratar de comunicarse con Peter, lo que al parecer era imposible, y si se tenía que quedar esperando por momentos hasta nuevo aviso por parte de la policía lo único que hacía Nico era intentar comunicarse con Peter, ni siquiera se acercaba a ella, sino que parecía que su vida dependiera de que Peter le atendiera la llamada.

Cuando por fin le contestó, o bueno, Lali lo hizo, por lo que Euge había podido escuchar, se alivió, ya no tendría que ver cada media hora como Nico trataba de hablar con Peter, porque ya estaba cansada, y sólo su orgullo no le permitía acercarse a Nico, él la trataba como si ella no estuviera ahí, y aunque nunca lo admitiría, le partía el alma que él le hiciera eso.

Los policías y Nico llegaron primero a la casa de éste, él permaneció afuera mientras los policías revisaban de arriba abajo su casa, luego un agente de policía se acercó a la enfermera que atendía a Alai y el interrogatorio duró, al menos para Euge, demasiado tiempo.

Un policía había querido acercársele para interrogarla, pero Nico se le adelantó y, sea lo que sea que le hubiera dicho, bastó para convencer al policía de alejarse de ella.

Pensar en lo que podría estar haciéndole pasar Mery a Alai la estremecía de dolor. Alai era una pequeña que no había hecho nada para merecer todo lo que le sucedía, más que estar rodeada de las personas menos favorecedores, ella se sentía completamente identificada con Alai. Una madre que se desentendió de ella y ahora la secuestraba, y un padre, Euge miró a Nico, que estaba gritándole lleno de rabia a unos de los policías, parecía el jefe. Y un padre que, a su manera, la amaba, pero su manera no era la más beneficiosa para la niña, Euge lo sabía, un padre que la dejaba, estando la niña enferma, encargada con una enfermera e irse a otro país a buscar a alguien porque la quería de regreso, aunque ese "alguien" fuera ella misma, era algo que no se podía creer.

¿Qué padre dejaría a una hija enferma para buscar a su ex prometida?, pensó Euge tomando de un trago largo su café frío mientras que fruncía aún más el ceño, sabía que Nico era una buena persona, pero como padre se equivocaba demasiado, y Euge no lo iba a permitir.

Ella sería la persona que le enseñaría a Alai lo que era que un adulto la pusiera por encima de todo, aún del amor de su vida, pero para eso tenían que encontrarla sana y salva.

Sabía que ella sería la única que podría encontrar a Mery, no era idiota, estaba completamente segura que si Mery hizo lo que hizo fue para llamar su atención, sólo había usado de cebo a Alai para acercársele a ella, o al menos eso quería creer.

 Eso o que realmente quería a Alai de vuelta, lo cual era casi imposible, impensable.

Sabía que no tenía derecho alguno, pero no permitiría que Alai tuviera la oportunidad de encariñarse con Mery; Mery no se merecía que un ser tan lleno de amor puro sintiera algo por ella, y Alai no se merecía sentir algo, ni siquiera una pizca de cariño, por alguien que no la quería lo suficiente.

Tenía que encontrar a Alai, conocía a Mery, podrían pasar incluso años antes de que alguien tuviera una pista de Alai, si no la detenía a tiempo...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la repentina llegada de Lali y Peter, y sin pensarlo corrió a abrazar a Lali, que la recibió aturdida.

-La..li- sollozó Euge refugiándose en los brazos de su amiga

-¡Euge!- exclamó Lali, abrazándola aún más fuerte, y luego se alejó lo suficiente para verle el rostro- Dios, Euge-

Ella la volvió a abrazar, no sin antes ver que Lali intercambiaba una mirada significativa con Peter, su marido, aún no podía creer que su pequeña amiga ya estaba casada.

-¿Te parece si nos vamos a otro lugar?- le susurró Lali en el oído

-Por favor- pidió, casi suplicó, Euge mientras se frotaba la nariz con el dorso de la mano.

Se había mantenido fuerte pensando calculadoramente todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, pero una vez que vio a Lali, su pequeña Lali, se había quebrantado.

Todo estaba saliendo mal.

Se alejaron, pero Lali aún la tenía medio abrazada con un brazo sobre sus hombros.

-Me parece que no podré quedarme, me iré con Euge- le dijo Lali a su marido dando a entender que no aceptaba negativas por parte de él.

Peter asintió sin hacer pregunta alguna y depositó un beso casto en los labios de Lali.

Euge soló se dejó guiar por Lali, en determinado momento se encontró dentro del acogedor calor de la cabina de un auto y, mirando por la ventanilla, recordaba cómo Nico, al percatarse que ella se iba con Lali, fue en su dirección, pero Peter evitó que se acercara.

Luego sus pensamientos se vieron envueltos en una neblina blanca, se sentía tan reconfortante aquello, que Euge no luchó en absoluto por seguir consiente.




5 comentarios: